📉 Solo 12% confía en la IA para temas políticos: ¿tú estás en ese grupo?

📢 “¿Y tú, por quién votarías?” La pregunta parece sencilla… hasta que te das cuenta de que tu respuesta se basó en lo que te dijo una inteligencia artificial. En el 2024, más personas están utilizando IA generativa como ChatGPT o asistentes de voz para entender temas políticos, analizar propuestas de candidatos o hasta decidir por quién votar. ¿El problema? Según el Digital News Report 2024 del Instituto Reuters, solo el 12% de los encuestados confía en la información generada por IA sobre temas políticos. El dilema no es tecnológico: es económico y ciudadano.

La inteligencia artificial es rápida, disponible 24/7 y capaz de responder a casi cualquier pregunta. Pero cuando hablamos de política —y especialmente en países como Perú, donde la desinformación es un problema estructural—, la precisión y el contexto importan más que la velocidad. Y la IA, aunque poderosa, aún no es infalible. El riesgo de errores, sesgos o manipulaciones sigue presente, especialmente cuando se le usa como fuente primaria de información.

El problema no es solo de confianza. Es también de impacto. Si un joven emprendedor decide su voto por lo que le dijo una IA, o si una madre de familia organiza su presupuesto creyendo que los bonos anunciados son reales porque “lo leyó en una app”, podría tomar decisiones con consecuencias directas en su economía personal. En un contexto electoral, esto puede inclinar el voto, cambiar la percepción de un plan de gobierno o dar por verdaderos datos falsos.

El Digital News Report 2024 revela que, a pesar del entusiasmo por las herramientas de IA, solo el 8% confía en ellas para entregar información verificada sobre política. La cifra sube ligeramente al 12% cuando se trata de análisis más generales. Pero el mensaje es claro: la gente aún valora el rol humano en el periodismo y la interpretación de datos políticos.

Desde el marketing hasta la economía, existe una teoría clave: la confianza es un activo. Y las IAs aún no han logrado acumular suficiente “capital de confianza” en temas políticos. Mientras más decisiones dependen de fuentes digitales, más importante se vuelve la credibilidad percibida. Esto afecta no solo al ciudadano, sino también a los medios, marcas, partidos y gobiernos que quieran usar IA como canal.

La solución no está en rechazar la tecnología, sino en educar para usarla bien. Una IA puede ser útil como punto de partida, pero no puede reemplazar la verificación humana, el contraste de fuentes ni el criterio. En tiempos de elecciones y crisis económica, tomar decisiones informadas no es opcional, es urgente.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

  1. DESCONFIANZA: Solo el 12% de las personas confía en la IA para informarse sobre política. Esto refleja el riesgo de tomar decisiones importantes basadas en herramientas no verificadas.
  2. VELOCIDAD NO ES VERDAD: La IA responde rápido, pero eso no garantiza precisión. Usarla sin contrastar fuentes puede llevar a decisiones equivocadas que afecten tu economía o tu voto.
  3. EDUCACIÓN DIGITAL: Usar IA exige nuevas habilidades. Saber hacer buenas preguntas, contrastar datos y distinguir opinión de hecho es clave para ciudadanos y empresas.
  4. IMPACTO ECONÓMICO: Una mala interpretación de políticas públicas puede afectar directamente tus finanzas: creer en un bono falso, un subsidio inexistente o una reforma que no existe.
  5. ROL HUMANO: El periodismo sigue siendo una fuente clave de confianza. Complementar tecnología con ética, contexto y análisis sigue siendo la mejor fórmula para decidir con inteligencia.

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