¡Hola amigo emprendedor! En Perú, más del 50% de la población sufrió inseguridad alimentaria moderada o severa entre 2019 y 2021, según un informe de la FAO. Esto significa que muchos peruanos han vivido con la preocupación constante de no tener suficiente comida.
Miguel Robles, profesor e investigador de la Universidad del Pacífico, explica que esta inseguridad alimentaria lleva a las personas a sacrificar otras necesidades básicas o a consumir alimentos más baratos pero menos nutritivos.
El informe también señala que el 20.5% de los peruanos enfrentaron inseguridad alimentaria severa, quedándose sin alimentos y pasando uno o más días sin comer en los 12 meses previos a ser encuestados.

Desnutrición Infantil: Un Problema Estancado
La desnutrición crónica infantil en Perú, que se refiere a niños con una estatura significativamente baja para su edad debido a una mala alimentación, se ha estancado en 10.1% en 2022. Aunque Perú había logrado reducir la desnutrición crónica del 28% en 2005 al 13% en 2016, el progreso se ha detenido en los últimos años.
Causas del Hambre
La pobreza es una de las principales causas del hambre en Perú. Según un informe del INEI, en 2023, el 29% de la población vivía en pobreza monetaria, lo que significa que no podían cubrir sus necesidades básicas con sus ingresos. Este aumento en la pobreza desde 2019 está directamente relacionado con el incremento de la inseguridad alimentaria.
Impacto Económico del Hambre
El hambre tiene graves repercusiones económicas. Afecta la productividad laboral, ya que las personas desnutridas no pueden trabajar de manera eficiente. También impacta la educación, ya que los niños desnutridos tienen dificultades para concentrarse y aprender, lo que limita su capacidad de generar ingresos en el futuro.
Además, la inseguridad alimentaria aumenta los costos de salud, ya que la población se vuelve más propensa a enfermedades. Esto obliga al gobierno a gastar más en programas sociales, lo que puede generar inestabilidad si no se manejan adecuadamente.
Soluciones Propuestas
Para combatir el hambre y la pobreza de manera sostenible, Robles sugiere dos políticas clave. Primero, controlar la inflación para que los precios de los alimentos no se disparen. Segundo, priorizar el crecimiento económico con políticas de ayuda social bien focalizadas para proteger a los más vulnerables durante las crisis económicas.
Conclusión
El hambre y la desnutrición son problemas graves en Perú que requieren atención inmediata y soluciones sostenibles. Con políticas adecuadas, es posible reducir estos problemas y mejorar la calidad de vida de los peruanos.
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