📢 “¿Ya viste el video?” Esa es la nueva forma de decir “¿Leíste el diario?” para millones de peruanos que hoy informan su opinión política, toman decisiones de consumo o planifican su día gracias a YouTube. Según el Digital News Report 2024, esta plataforma es usada por 31% de personas en el mundo como fuente principal de noticias, y en Perú el impacto no es menor. En un país donde el acceso a información confiable puede marcar la diferencia entre caer en una estafa o aprovechar una oportunidad, la pregunta es inevitable: ¿YouTube nos informa o solo nos entretiene?

La televisión tradicional perdió el control del horario estelar, y los periódicos de papel ya no marcan la agenda. Hoy es el algoritmo de YouTube el que decide qué temas se vuelven virales. Pero, a diferencia del noticiero de las 8, no todos los “informadores” son periodistas. El informe del Instituto Reuters confirma que los usuarios, especialmente los más jóvenes, prestan más atención a creadores de contenido e influencers que a medios formales o periodistas profesionales.

Esto no es solo un cambio cultural: es un cambio económico. Una familia que organiza su consumo por consejos de “youtubers” podría caer en promociones falsas o decisiones apresuradas. Un emprendedor que no sepa usar YouTube como canal informativo o de venta, está perdiendo visibilidad frente a sus competidores. Y en época electoral, un ciudadano que se informa exclusivamente a través de videos puede ser más vulnerable a la manipulación.

Los videos más vistos no siempre son los más veraces. El informe revela que, en plataformas como YouTube, muchos usuarios creen que pueden identificar noticias confiables, pero una de cada cuatro personas dice que le resulta difícil distinguir lo verdadero de lo falso. Además, a medida que el contenido se vuelve más emocional y visual, los mensajes simples y polémicos tienden a ganar terreno sobre el análisis crítico. En términos de marketing, esto se relaciona con la teoría del contenido viral, que prioriza la emoción sobre la verificación.

Frente a este nuevo escenario, los medios tradicionales enfrentan dos caminos: adaptarse o desaparecer. Algunos ya están produciendo contenidos pensados para YouTube y otros formatos cortos. Pero el reto no es solo tecnológico, es también narrativo. Hoy no basta con tener la razón: hay que saber contarla. Y hacerlo en menos de 3 minutos.

El reto está en cada uno: aprender a verificar, a contrastar fuentes, y a ser conscientes de que el entretenimiento no reemplaza a la información. Porque en una sociedad que se informa mal, las malas decisiones no solo afectan el presente, sino hipotecan el futuro.

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🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

1. USO MASIVO: YouTube es usado como fuente de noticias por el 31% de personas a nivel global. Esto significa que millones de decisiones diarias están influenciadas por lo que se publica en esta plataforma.
2. DESPLAZAMIENTO: Las noticias ya no llegan por diarios ni noticieros, sino por el algoritmo. Esto afecta la forma en que los consumidores priorizan temas económicos, políticos o sociales.
3. INFLUENCIA: Los influencers y creadores dominan la atención en YouTube más que los periodistas. Esto cambia la dinámica de confianza y autoridad en temas de consumo y opinión pública.
4. PERCEPCIÓN DE VERACIDAD: Aunque muchos creen saber distinguir entre noticias reales y falsas, 1 de cada 4 usuarios de YouTube reconoce tener dificultades. Esto puede generar riesgos en decisiones financieras o electorales.
5. NUEVAS HABILIDADES: La alfabetización digital ya no es opcional. Saber verificar fuentes, identificar sesgos y consumir información crítica se vuelve clave para el hogar, el negocio y la ciudadanía.