La responsabilidad social empresarial (RSE) es un tema recurrente, pero ¿cómo aplican estas estrategias las empresas peruanas más destacadas? ¿En qué indicadores se basan y cómo pueden influir positivamente en la comunidad? Estas preguntas serán respondidas hoy. Según Susana Muñoz, profesora de OBS Business School, integrar la responsabilidad social corporativa (RSC) en la estrategia de una empresa es clave para generar un impacto real, más allá de cumplir con las normativas de ESG (factores ambientales, sociales y de gobernanza).
Recientemente, MERCO (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa) presentó su ranking anual de las 100 empresas en el Perú que destacan en responsabilidad ESG. Estas empresas sobresalen por sus prácticas sostenibles y su impacto positivo en el medioambiente, los colaboradores, los clientes, la sociedad y su gobernanza. El Top 10 de este año incluye a Interbank, que lidera el ranking, seguido por el Banco de Crédito del Perú (BCP), Natura-Avon, Backus ABInBev, BBVA, Ferreycorp, Alicorp, Nestlé, Calidda y la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Estas empresas demuestran que es posible liderar el mercado mientras se contribuye al bienestar ambiental y social. Para lograrlo, Muñoz sugiere cuatro pilares fundamentales que cualquier empresa debe considerar para alinearse con los objetivos de sostenibilidad:
1. Conciencia ambiental: Iniciativas que promuevan la educación ambiental entre empleados, proveedores y clientes, a través de campañas y programas educativos.
2. Conocimientos y habilidades ambientales: Capacitación en prácticas sostenibles y financiamiento de proyectos de investigación en gestión medioambiental.
3. Actitud proactiva: Implementación de políticas internas para reducir la huella de carbono y promover el voluntariado ambiental.
4. Participación ciudadana: Colaboración con ONG’s y asociaciones en proyectos comunitarios y debates públicos sobre problemas ambientales.
La mayoría de estas empresas siguen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU en 2015:
Fin de la pobreza: Una nueva investigación publicada de la ONU indica que debido a la pandemia, la pobreza podría llegar a afectar a 500 millones de personas más, es decir, a un 8% más de la población total mundial.
Hambre cero: En la actualidad, el 8.9% de la población mundial padece hambre.
Salud y bienestar: Es necesario incrementar la esperanza de vida y reducir algunas de las causas de muerte comunes asociadas con la mortalidad infantil y materna.
Educación de calidad: En el 2018 todavía existía una quinta parte de la población mundial de niños (260 millones) que no acudía a la escuela.
Igualdad de género: Las mujeres continúan teniendo baja representación en los puestos de liderazgo político y además se enfrentan a graves problemáticas estructurales.
Agua limpia y saneamiento: A nivel mundial, una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre.
Energía asequible y no contaminante: Se busca acelerar el acceso a la electricidad en los países más pobres, la eficiencia energética y el uso de la energía renovable.
Trabajo decente y crecimiento económico: Debido a la pandemia, solo en América Latina 41 millones de personas perdieron su empleo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Industria, innovación e infraestructura: Los países menos desarrollados necesitan ayuda para acelerar su desarrollo industrial.
Reducción de las desigualdades: Las mujeres por su condición de mujeres tienen menos oportunidades, lo mismo ocurre con las personas en situación de pobreza, las poblaciones indígenas, entre otros grupos.
Ciudades y comunidades sostenibles: Las ciudades metropolitanas representan alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales y más del 60% del uso de recursos.
Producción y consumo responsable: Se estima que anualmente un tercio de toda la comida producida acaba pudriéndose.
Acción por el clima: En el 2019 se alcanzó un nuevo récord en cuanto los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. Se espera que la situación continúe empeorando.
Vida submarina: En la actualidad, existe un deterioro del mar debido a la contaminación y la pesca indiscriminada.
Vida y ecosistemas terrestres: En el 2016, la ONU señaló que el 75% de todas las enfermedades infecciosas nuevas en humanos son zoonóticas.
Paz, justicia e instituciones sólidas: Los conflictos bélicos, el poco acceso a justicia y la inseguridad limitan el desarrollo sostenible.
Alianza para lograr objetivos: Muchos países necesitan asistencia para el desarrollo con el fin de fomentar el crecimiento y el comercio.
Susana Muñoz concluye que, al implementar estas acciones, las empresas no solo protegen el medioambiente, sino que también fortalecen su responsabilidad social y su relación con la comunidad, posicionándose como referentes en el mercado.
👉🏽 Según Decreto Legislativo N° 1524, las empresas y los sujetos que oferten bienes y servicios deben consignar sus números de RUC en toda la documentación utilizada en sus ofertas. Cuaderno Borrador es una marca administrada por Flanker Investment Group (RUC 20609240068)


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