La crisis en Petroperú ha alcanzado un punto crítico, y el gobierno de Dina Boluarte parece decidido a no tomar las decisiones que podrían salvar a la emblemática empresa estatal. Tras la renuncia unánime del directorio, la mandataria se ha limitado a reiterar lo que ya muchos temían: no habrá privatización. Pero, ¿es suficiente ese compromiso para una empresa que está al borde del colapso financiero? La realidad es que Petroperú está en caída libre, y el gobierno no parece tener ni la capacidad ni la voluntad para detener su descenso.
Boluarte ha hablado de austeridad, responsabilizando a los funcionarios de la empresa por su ineficiencia. “No podemos tener una planilla burocrática en tiempos de crisis”, señaló la presidenta, como si con estas palabras se resolviera el monumental problema de décadas de corrupción y mala gestión que han arrastrado a Petroperú al desastre. Pero, mientras la presidenta habla de un Petroperú que «lleva combustible a donde no llegan las empresas privadas», no ha ofrecido ninguna solución concreta para enfrentar los problemas que hoy la tienen al borde de la quiebra.

Discursos vacíos y falta de liderazgo
El gobierno sigue aferrado a un discurso populista que no aporta nada más que palabras vacías. Boluarte insiste en que «no vamos a privatizar Petroperú», pero esa es una decisión que, por más contundente que suene, no soluciona absolutamente nada. La presidenta ha dejado claro que su gobierno no tiene un plan real para enfrentar la crisis financiera de la empresa. No hay un plan de reestructuración, no hay medidas para mejorar la eficiencia, no hay soluciones tangibles. Solo discursos y excusas que, a estas alturas, resultan insuficientes e insultantes para el pueblo peruano.
El primer ministro Gustavo Adrianzén ha sido más directo en reconocer la gravedad de la situación. En su reciente entrevista, señaló que octubre será un mes decisivo para la estatal petrolera. Sin embargo, incluso él parece estar limitado por la falta de visión del gobierno. Adrianzén mencionó la posibilidad de declarar la quiebra de Petroperú, una opción que si bien sería catastrófica, parece cada vez más realista ante la inacción del Ejecutivo. Pero, en lugar de tomar una decisión firme, el gobierno sigue prolongando la agonía.
Un costo que pagarán todos los peruanos
La falta de acción no solo está llevando a Petroperú al abismo, sino que también pone en riesgo la estabilidad económica del país. La crisis de Petroperú no es nueva. Ha sido mal gestionada por gobiernos anteriores, pero lo que realmente sorprende es que Boluarte, frente a una oportunidad histórica para reestructurar una empresa clave, opte por hacer lo que muchos políticos mediocres han hecho antes: nada. ¿Cuál es el plan del gobierno? ¿Seguir inyectando dinero público en una empresa que no muestra signos de recuperación? ¿Dejar que los ciudadanos peruanos paguen con sus impuestos el precio de la incompetencia estatal?
Petroperú ya no es el orgullo nacional que fue en otras épocas. Hoy, es un símbolo del fracaso estatal y de la ineficiencia. Los ciudadanos merecen algo mejor que un gobierno que solo sabe dar discursos vacíos y que sigue prolongando una crisis que podría haberse evitado con decisiones firmes.
¿Incapacidad o indiferencia?
Boluarte ha reconocido que la empresa ha sido una «caja chica» de gobiernos anteriores y que la corrupción es una de las principales causas de su actual situación. Sin embargo, sus palabras no se traducen en acciones. No basta con señalar los problemas, se necesita actuar, y rápidamente. Mientras tanto, los directores que renunciaron en masa advirtieron al gobierno sobre la insostenibilidad financiera de Petroperú, pero sus llamados fueron ignorados.
La falta de liderazgo de este gobierno es evidente, y la crisis de Petroperú es solo un ejemplo más de la inacción que ha caracterizado a esta administración. Petroperú no se salvará con discursos, y cada día que pasa sin una decisión concreta, el costo para el país aumenta.
El gobierno de Dina Boluarte está demostrando ser incapaz de tomar las decisiones que el país necesita en momentos de crisis. Petroperú sigue hundiéndose, y la inacción del Ejecutivo no solo pone en riesgo a la empresa, sino también a la economía del país. Como bien dice el dicho: «El que no actúa a tiempo, paga las consecuencias». Y lamentablemente, las consecuencias de la inacción de este gobierno las pagaremos todos los peruanos.
Preguntas frecuentes
¿Por qué es urgente que el gobierno tome decisiones sobre Petroperú?
La empresa está al borde de la quiebra, y cada día que pasa sin una solución agrava su crisis financiera. La falta de acción solo genera más pérdidas económicas y pone en riesgo la estabilidad del país.
¿Qué consecuencias tendría la quiebra de Petroperú?
La quiebra afectaría no solo a los trabajadores de la empresa, sino también a la economía nacional, dado el impacto que tendría en los bonos soberanos y la confianza en el Estado peruano para gestionar empresas clave.
👉🏽 Según Decreto Legislativo N° 1524, las empresas y los sujetos que oferten bienes y servicios deben consignar sus números de RUC en toda la documentación utilizada en sus ofertas. Cuaderno Borrador es una marca administrada por Flanker Investment Group (RUC 20609240068)


Deja un comentario