En los últimos tres años, los casos atendidos por trastornos relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas en el Perú han registrado un preocupante incremento del 20.5 %, según informó el Ministerio de Salud (Minsa). De enero a septiembre de 2023, un total de 57 528 personas recibieron atención en los diversos establecimientos de salud mental del país. La directora de Salud Mental del Minsa, July Caballero Peralta, destacó el compromiso del ministerio en brindar atención especializada a través de los centros de salud mental comunitaria y en desarrollar programas de rehabilitación ambulatoria para personas en todas las etapas de la vida.
Sin embargo, este aumento de casos revela una problemática subyacente: la atención diferenciada que requieren las mujeres con adicciones. Carolina Inés Gorlero, facilitadora del Currículum de Intervención en Mujeres Expuestas a Sustancias (Wise), subrayó que el estigma hacia las mujeres que consumen sustancias sigue siendo un obstáculo clave para que estas puedan acceder a los servicios de salud en Perú y en toda América Latina.
Teorías económicas que respaldan la inversión en salud
Este escenario también nos lleva a reflexionar sobre las teorías económicas que justifican la inversión en salud como una estrategia para promover el desarrollo económico y social. A continuación, se presentan dos teorías clave que ayudan a entender por qué es crucial destinar recursos a la salud, especialmente en un contexto de aumento de adicciones:
- Teoría del Capital Humano
Esta teoría, propuesta por economistas como Gary Becker, argumenta que las personas son un recurso clave en la economía y que su bienestar y capacidades tienen un impacto directo en la productividad del país. Invertir en la salud de los individuos, incluidos aquellos que padecen adicciones, es fundamental para mejorar la calidad de la fuerza laboral, reducir el ausentismo y aumentar la productividad. Una población sana es más capaz de trabajar, innovar y contribuir al desarrollo económico. En el caso de las mujeres con trastornos por el uso de sustancias, ofrecerles un tratamiento adecuado permite reincorporarlas al sistema productivo, lo que tiene efectos positivos tanto para ellas como para la economía en general. - Teoría del Costo Social de la Enfermedad
Esta teoría plantea que las enfermedades, incluidas las relacionadas con adicciones, no solo afectan a los individuos, sino que también imponen costos significativos a la sociedad. Estos costos se reflejan en la pérdida de productividad, el aumento del gasto en atención médica y los problemas sociales derivados de la falta de tratamiento adecuado. Invertir en salud mental y en el tratamiento de adicciones reduce estos costos sociales a largo plazo. Un tratamiento efectivo no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también alivia la carga sobre el sistema de salud pública y reduce el impacto económico negativo asociado con la incapacidad laboral.
El impacto económico de no invertir en salud
Ignorar la necesidad de invertir en el tratamiento de las adicciones y en la salud mental en general tiene consecuencias económicas profundas. Las personas que no reciben tratamiento adecuado tienden a experimentar una baja en su productividad, mayor dependencia de programas de asistencia social y, en casos graves, pueden quedar excluidas del mercado laboral. Este impacto se multiplica cuando consideramos el rol de las mujeres en la economía, ya que son una parte fundamental en la sostenibilidad del hogar y, a menudo, las principales cuidadoras.
El costo de no abordar este problema a tiempo es mayor que el de invertir en programas de salud mental. Cada sol invertido en salud genera un retorno en forma de reducción de costos asociados a la falta de productividad, menor presión sobre los sistemas de salud y una mejor integración de los pacientes en la economía formal. Además, las familias también se ven beneficiadas, lo que contribuye a una sociedad más estable y productiva.
Colaboración internacional para mejorar el tratamiento
En su lucha por mejorar la atención a las mujeres con adicciones, el Minsa ha establecido alianzas estratégicas. En una reciente reunión con la Comisión Interamericana para el Control y Abuso de Drogas (CICAD), se discutió el seguimiento de las capacitaciones brindadas a profesionales de salud de diversos centros comunitarios del país. Estos programas de formación buscan fortalecer la capacidad de los profesionales para atender a mujeres con trastornos por uso de sustancias y asegurar que las capacitaciones puedan replicarse a nivel nacional.
La colaboración con organismos internacionales como la CICAD es un paso importante hacia la construcción de una red de atención integral que no solo atienda los aspectos clínicos, sino también los sociales y psicológicos de las personas con adicciones, especialmente en el caso de las mujeres, quienes enfrentan barreras adicionales para acceder al sistema de salud.
Preguntas frecuentes
- ¿Por qué las mujeres enfrentan más barreras para recibir tratamiento por adicciones?
Las mujeres suelen enfrentar estigmas vinculados a los roles tradicionales de género, lo que las hace menos propensas a buscar ayuda debido al miedo al juicio social. - ¿Qué está haciendo el Minsa para mejorar la atención a las mujeres con adicciones?
El Minsa, en colaboración con la CICAD, está capacitando a profesionales de salud para atender mejor las necesidades específicas de las mujeres con trastornos por el consumo de sustancias y busca replicar estos conocimientos en todo el país.
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