El uso exclusivo de efectivo sigue siendo un reto para las micro y pequeñas empresas (MYPE) en Perú, limitando su crecimiento y eficiencia. Según Ignacio Costa, CEO de Culqui, estas empresas enfrentan pérdidas económicas, de tiempo y oportunidades por no adoptar pagos digitales como billeteras electrónicas, tarjetas o aplicaciones bancarias. En un contexto donde la digitalización avanza rápidamente, conocer estos problemas puede marcar la diferencia entre el estancamiento y el éxito.
La resistencia a la digitalización en las MYPE responde en parte a factores culturales y a la informalidad, fenómenos ampliamente estudiados en la economía conductual. El uso de efectivo impide a estos negocios reducir costos operativos, captar clientes que prefieren métodos digitales y acceder a créditos formales. Este círculo vicioso perpetúa la dependencia de un sistema menos eficiente y afecta la competitividad en un mercado globalizado. Además, el uso limitado de herramientas digitales refleja cómo la falta de inclusión financiera puede frenar el desarrollo económico.
Lewis, pero no el del jean
La Teoría del Dualismo Económico, propuesta por Arthur Lewis, explica la coexistencia de un sector formal y uno informal en la economía, destacando que el sector informal actúa como refugio para trabajadores y pequeños empresarios que no logran integrarse al sistema formal debido a barreras estructurales. En el caso de las MYPE peruanas que dependen del efectivo, esta teoría es clave para entender cómo estas empresas enfrentan limitaciones que las mantienen en condiciones de baja productividad y escasa capitalización. Al operar fuera del sistema formal, estas empresas no solo pierden oportunidades de crecimiento, sino que también perpetúan la brecha entre ambos sectores, afectando su competitividad y la capacidad del país para integrar plenamente su economía.
En un contexto donde el sector formal debería absorber progresivamente al informal, como sugiere esta teoría, las MYPE enfrentan grandes desafíos. El uso exclusivo de efectivo dificulta su inclusión financiera, ya que no genera registros que puedan ser utilizados para acceder a créditos o financiamiento formal. Además, al evitar herramientas como billeteras digitales o POS, estas empresas limitan su alcance a clientes que buscan opciones de pago modernas y convenientes. Esto no solo frena el crecimiento del negocio, sino que también refuerza su dependencia de prácticas informales que obstaculizan su transición al sector formal.
La solución radica en construir puentes que integren a las MYPE al sector formal, tal como plantea Lewis. Esto implica simplificar los trámites para la formalización, promover la digitalización mediante incentivos y programas de educación financiera, y diseñar políticas que reduzcan los costos asociados a operar dentro del sistema formal. Además de beneficiar a las MYPE, esta integración fortalece la economía nacional al incrementar la base tributaria y fomentar la igualdad de oportunidades. Desde esta perspectiva, reducir la informalidad no solo impulsa el desarrollo económico, sino que también contribuye a una democracia más inclusiva y equitativa.
Impacto en la vida cotidiana
Para los pequeños empresarios, el tiempo perdido en depósitos bancarios diarios equivale a 12 días al año que podrían destinarse a ventas o planificación estratégica. Asimismo, la falta de registros precisos al trabajar solo con efectivo les impide tomar decisiones basadas en datos, como identificar patrones de consumo. En última instancia, estas limitaciones afectan directamente a los clientes, quienes buscan opciones de pago rápidas y seguras.
Promover la digitalización de las MYPE también tiene un impacto positivo en la democracia, ya que fomenta la transparencia en los flujos financieros y fortalece la confianza en el sistema tributario. Además, este enfoque está alineado con el estándar GRI 201: Desempeño Económico, que aboga por prácticas financieras responsables. Al digitalizarse, las empresas no solo mejoran su rentabilidad, sino que contribuyen a un ecosistema económico más formal, equitativo y sostenible.
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