Durante la 62° edición de CADE Ejecutivos, uno de los eventos empresariales más importantes del Perú, se llevó a cabo la sesión “Desmitificando la Inteligencia Artificial: ¿Puede realmente transformar la productividad en América Latina?”, liderada por Julián Herman, socio y director de Boston Consulting Group (BCG) en Chile. En su presentación, Herman abordó las brechas y oportunidades que enfrenta América Latina, incluyendo el Perú, para integrar la inteligencia artificial (IA) en los negocios y mejorar la competitividad.
Según Herman, aunque está comprobado que las empresas que adoptan la IA son más rentables, las economías de la región aún no están preparadas para aprovechar completamente esta tecnología. “Latinoamérica tiene un nivel de exposición a la inteligencia artificial muy bajo comparado con otras regiones del mundo,” explicó. Este rezago, según el experto, se debe principalmente a tres grandes brechas: la falta de talento con competencias digitales, la limitada disponibilidad de datos y la insuficiente infraestructura tecnológica.
Oportunidades y desafíos en el uso de la inteligencia artificial
Para superar estas barreras, Herman subrayó la importancia de apostar por la educación y el desarrollo de talento especializado, fomentar la inversión en infraestructura y establecer marcos regulatorios que faciliten el uso de la tecnología. Además, destacó la necesidad de promover la colaboración entre los sectores público y privado para generar un ecosistema propicio para la innovación tecnológica.
En el contexto peruano, Herman identificó sectores clave donde la IA puede generar un impacto significativo. “En minería, la inteligencia artificial puede optimizar la extracción de recursos, haciéndola más eficiente y sostenible. En salud, puede extender servicios médicos de calidad a zonas alejadas, y en educación, tiene el potencial de reducir las brechas de acceso,” afirmó. Estas aplicaciones no solo mejoran la productividad, sino que también tienen un impacto directo en la calidad de vida de las personas, promoviendo la equidad y el desarrollo sostenible.
Una perspectiva económica y social: IA y democracia
El fenómeno económico asociado a la adopción de la IA responde a la teoría de la innovación de Schumpeter, que resalta cómo las tecnologías disruptivas transforman industrias y sociedades. En este caso, la inteligencia artificial no solo impulsa la rentabilidad empresarial, sino que también tiene el potencial de fortalecer la democracia al mejorar el acceso a servicios básicos como educación y salud. Esto fomenta la inclusión social y reduce desigualdades, creando un entorno más justo y cohesionado.
Estas iniciativas se alinean con el estándar GRI 203-2 (Impactos indirectos económicos significativos), que mide cómo las inversiones tecnológicas generan beneficios a largo plazo. La IA, al optimizar procesos y reducir costos, promueve la sostenibilidad económica y social, contribuyendo al bienestar general y a la confianza en las instituciones.
Como concluyó Julián Herman: “La inteligencia artificial no es solo una herramienta tecnológica, sino un motor de transformación social y económica.” Reflexiona: ¿Qué aplicaciones de la inteligencia artificial podrían beneficiar a tu sector o comunidad? Comparte tus ideas y participa en el diálogo sobre el futuro tecnológico del Perú. ¡El cambio está en nuestras manos!













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