En el marco de la 62° edición de CADE Ejecutivos, líderes políticos y expertos se reunieron para debatir las bases de una reforma política que fortalezca la democracia y promueva el desarrollo económico del Perú. Este encuentro, titulado “Una Reforma Política Mínima para el 2026”, destacó propuestas que abogan por mejorar la representatividad política, garantizar elecciones transparentes y alinear las instituciones políticas con las necesidades económicas del país.

Carlos Meléndez, socio fundador de 50+Uno, señaló: “Lo que propongo es hacer reformas políticas que dialoguen con la estructura de la economía peruana para que el sector formal tenga mayor presencia en la política. Es fundamental restablecer la posibilidad de que personas jurídicas contribuyan económicamente al fortalecimiento de los partidos, siempre bajo sistemas transparentes.” Estas reformas buscan conectar a los actores formales con la política, reduciendo la influencia de prácticas informales que afectan el desarrollo económico.

Impacto económico en la vida cotidiana

El financiamiento privado formal no solo fortalece a los partidos políticos, sino que también incentiva el desarrollo económico. Al involucrar a empresas transparentes en la política, se podrían diseñar políticas públicas que estimulen sectores clave de la economía y generen empleo. Este enfoque responde al Neoinstitucionalismo, que resalta el rol de instituciones sólidas en el crecimiento económico sostenible. El Neoinstitucionalismo es una teoría económica y política que destaca la importancia de las instituciones —las reglas, normas y organizaciones que estructuran el comportamiento social y económico— como factores clave para el desarrollo de los países. En el caso de las reformas políticas planteadas para el 2026, esta perspectiva resulta crucial. Según el Neoinstitucionalismo, las instituciones políticas sólidas y transparentes son esenciales para reducir incertidumbres, fortalecer la confianza en el sistema y promover un entorno que facilite las inversiones y el crecimiento económico. Esto se traduce en reglas claras para el financiamiento de partidos políticos, que no solo mejoran la representación democrática, sino que también integran al sector formal de la economía en la vida política, evitando prácticas informales y corruptas.

En este contexto, permitir el financiamiento privado formal y transparente de los partidos políticos, como propone Carlos Meléndez, alinea los intereses económicos y políticos bajo un marco regulado. El Neoinstitucionalismo sostiene que cuando las instituciones son inclusivas y confiables, los ciudadanos y empresas están más dispuestos a participar activamente en el desarrollo del país. Además, estas instituciones crean incentivos para que los actores políticos promuevan políticas públicas eficientes, fortaleciendo tanto la democracia como la economía. En el caso de Perú, estas reformas podrían reducir la polarización y la informalidad, fomentando un ambiente más propicio para la gobernabilidad y el progreso económico.

Para el ciudadano común, esto podría significar un acceso más equitativo a servicios públicos, un mercado laboral más dinámico y un sistema menos vulnerable a la corrupción. Patricia Juárez, vicepresidenta del Congreso, enfatizó: “Desde el Congreso estamos trabajando en propuestas legislativas para enfrentar problemas clave como la inseguridad y la descentralización. Reformar el financiamiento de partidos y fortalecer las instituciones son pasos cruciales para garantizar estabilidad y desarrollo.”

Democracia y sostenibilidad: un mismo camino

La propuesta de incluir financiamiento privado formal cumple con estándares como el GRI 102-16 (Ética e integridad), al promover prácticas responsables que fortalecen la confianza en las instituciones. Omar Awapara, secretario general de Transparencia, advirtió: “Hemos identificado seis factores de riesgo que amenazan las elecciones de 2026, desde la atomización partidaria hasta la debilidad estatal. Si no fortalecemos la democracia interna de los partidos y promovemos consensos, la gobernabilidad continuará en riesgo.”

El GRI 102-16 (Ética e Integridad) es un estándar del Global Reporting Initiative que establece la importancia de definir, implementar y comunicar valores éticos dentro de una organización. En el caso de las reformas políticas propuestas, este estándar cobra relevancia al promover prácticas de financiamiento transparente para los partidos políticos, lo que fomenta la confianza de los ciudadanos y empresas en el sistema democrático. Al asegurar que el apoyo financiero provenga de fuentes formales y éticas, se contribuye a un entorno político más íntegro, con reglas claras que reducen riesgos de corrupción y fortalecen la institucionalidad.

Aplicar el GRI 102-16 en este contexto implica que tanto las empresas como los partidos políticos deben establecer políticas claras de integridad y mecanismos de control que garanticen la transparencia del financiamiento. Esto no solo ayuda a legitimar el sistema político, sino que también genera estabilidad para los negocios, ya que un entorno político ético y confiable incentiva las inversiones y reduce la incertidumbre. En este caso, el vínculo entre la ética y la política refuerza los pilares de una democracia funcional, alineando los intereses de las instituciones públicas y privadas hacia el desarrollo sostenible del país.

Estas medidas no solo impactan en la calidad de las elecciones, sino que también contribuyen a la estabilidad política, un factor decisivo para atraer inversión extranjera y fomentar el crecimiento económico.

Julio Cáceres Arce, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, concluyó: “El sector privado tiene un rol protagónico en estas reformas. No podemos construir una economía sólida sin instituciones democráticas que sean inclusivas y transparentes.”

El Perú enfrenta una oportunidad única para consolidar su democracia y avanzar hacia un desarrollo sostenible. Como dice el proverbio: “El río más fuerte comienza con una gota de agua.” Tú también puedes ser parte del cambio. Reflexiona sobre estas propuestas, cuestiona y participa.

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