Presupuesto 2025: Una apuesta incierta para las finanzas públicas del Perú

El Consejo Fiscal (CF) ha expresado su preocupación sobre el presupuesto público para el 2025 y diversas iniciativas legislativas recientes, señalando inconsistencias que ponen en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas y la responsabilidad fiscal. En este artículo analizamos los principales problemas señalados y desglosamos los términos técnicos para entender el impacto en la economía nacional.

Un presupuesto desequilibrado: ¿Qué significa?

El presupuesto público debe ser equilibrado según la Constitución, lo que implica que los ingresos previstos deben igualar los gastos aprobados. Sin embargo, el CF indica que el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) 2025 no refleja la capacidad real de generar ingresos fiscales. Este desbalance se agrava por la inclusión de medidas de gasto no financiadas, como aumentos en remuneraciones y proyectos de inversión.

Cabe indicar que el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA), es el documento que detalla las partidas de ingresos y gastos aprobados al inicio del año fiscal. Su correcta formulación es clave para garantizar un manejo fiscal sostenible.

Rigideces fiscales: ¿Por qué importan?

El Congreso incorporó disposiciones que priorizan el gasto corriente, como salarios, sobre la inversión pública. Esto crea rigideces fiscales, es decir, compromisos de gasto difíciles de modificar en el futuro, que limitan la capacidad del Estado para redirigir recursos hacia áreas estratégicas.

La Inversión pública, son los recursos destinados a proyectos que generan beneficios económicos o sociales a largo plazo, como infraestructura o educación. En contraste, el gasto corriente incluye sueldos y bienes de consumo.

Iniciativas legislativas y su impacto fiscal

El Consejo Fiscal subraya que el Congreso ha aprobado normas que incrementan el gasto público, como la creación de universidades y aumentos salariales, sin asegurar financiamiento adecuado. Esto va en contra del artículo 79° de la Constitución, que prohíbe a los legisladores proponer gastos sin respaldo financiero.

Recordemos que las metas fiscales, son objetivos de manejo presupuestal a mediano y largo plazo, como reducir el déficit fiscal (cuando los gastos superan los ingresos). El incumplimiento de estas metas afecta la credibilidad del país en los mercados internacionales.

Beneficios tributarios y erosión de ingresos

Entre las medidas aprobadas que preocupan al Consejo Fiscal se incluyen exoneraciones del IGV para ciertos sectores y la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE), lo que reduce los ingresos tributarios y genera inequidades entre sectores.

Las Exoneraciones tributarias, son beneficios fiscales que eliminan o reducen impuestos para determinados grupos. Aunque buscan promover actividades específicas, pueden generar distorsiones económicas si no están justificadas.

Mientras que las Zonas Económicas Especiales (ZEE), son áreas con beneficios fiscales y aduaneros para atraer inversiones. Si no están bien diseñadas, pueden impactar negativamente en los ingresos del Estado.

El CF advierte que estas decisiones incrementarán el déficit fiscal y comprometerán la capacidad del país para responder a crisis económicas. Además, los gastos permanentes aprobados generarán presiones adicionales sobre futuros presupuestos, afectando la sostenibilidad fiscal. El manejo del presupuesto 2025 refleja decisiones que priorizan intereses inmediatos sobre la estabilidad económica. Como señala el Consejo Fiscal, actuar con prudencia es crucial para evitar riesgos innecesarios y garantizar un futuro fiscal sólido. Las autoridades tienen la responsabilidad de corregir el rumbo y proteger las finanzas públicas.

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