En octubre de 2024, la región Áncash se posicionó como un ejemplo de resiliencia y crecimiento económico gracias a su notable desempeño en el sector agropecuario. Mientras el país registró un crecimiento general del 3,4%, Áncash destacó por el aumento masivo en la producción de productos clave como maíz amarillo duro (+32,5%), papa (+429,1%) y arándanos (+50%).
El incremento en cultivos como la papa y el arándano responde a la alta demanda nacional e internacional, impulsada por estrategias de exportación de productos no tradicionales. Sin embargo, no todos los sectores agropecuarios tuvieron el mismo desempeño: productos como la páprika (-38,8%), tuna (-30,5%) y naranja (-25%) sufrieron caídas significativas, revelando la necesidad de diversificar y tecnificar aún más la producción.
En el subsector pecuario, el crecimiento fue más moderado, con incrementos en la producción de porcino (+5,7%), caprino (+5,3%) y leche fresca (+3,5%). A pesar de ello, la producción de huevos descendió en -3%, un indicador que requiere atención por su impacto en la alimentación local.

Impacto Regional y Nacional
El avance de Áncash en la agricultura tiene implicancias positivas para la economía familiar y la seguridad alimentaria. La producción de maíz amarillo duro, en octubre de 2024, sumó 6 mil 859 toneladas y se expandió en 32,5%, comparado con el mismo mes de 2023 que logró 5 mil
175 toneladas. Además, se elevó la producción de papa (429,1%), cebolla (145,3%), palta (83,5%); arándano (50,0%) por favorables condiciones climáticas, y caña de azúcar (2,8%), entre los más destacados.
Desde el punto de vista democrático, este crecimiento fomenta la participación de las comunidades rurales en la economía formal, reduciendo las brechas regionales y promoviendo una mayor cohesión social. El crecimiento de Áncash en octubre está alineado con el Estándar GRI 203-2, que enfatiza el impacto positivo de las inversiones en infraestructura y servicios para las comunidades. En este caso, las mejoras en riego y acceso a mercados han sido clave para los resultados obtenidos.
En Áncash, el esfuerzo colectivo y el aprovechamiento de condiciones favorables han demostrado que el campo peruano tiene un enorme potencial. Como dice el refrán: “No hay mejor abono que el sudor del agricultor”. Ahora es momento de cuidar esta tierra fértil con estrategias sostenibles que beneficien a todos.
¿Cómo crees que Áncash puede consolidar su posición como líder agropecuario? ¿Qué productos deberían priorizarse para exportación? ¡Déjanos tus ideas y comentarios!


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