El éxito de «El juego del calamar» (Squid Game) es un fenómeno sin precedentes que marcó un antes y un después en la industria del entretenimiento. Estrenada en septiembre de 2021 en Netflix y creada por Hwang Dong-hyuk, esta serie surcoreana logró captar la atención de audiencias globales gracias a su trama innovadora, su poderosa crítica social y su estética visual impactante.
Factores clave de su éxito
- Audiencia masiva:
En sus primeras semanas, El juego del calamar fue vista por más de 111 millones de hogares, convirtiéndose en una de las series más populares de Netflix. Rompió récords al posicionarse como el programa más visto en varios países, desde Estados Unidos hasta India, destacando la creciente influencia de los contenidos surcoreanos en el mercado global. - Trama universal:
Aunque los juegos infantiles coreanos son el eje de la narrativa, los temas que aborda son universales: desigualdad económica, desesperación y supervivencia. Esto permitió que espectadores de diferentes culturas se conectaran emocionalmente con la historia. - Diseño visual y simbología:
Los uniformes rojos de los guardias, las máscaras con formas geométricas y los escenarios coloridos se convirtieron en iconos culturales. Este diseño distintivo no solo ayudó a que la serie fuera visualmente memorable, sino que también impulsó ventas de productos relacionados, como disfraces y merchandising. - Estrategia de Netflix:
La plataforma apostó por una promoción global, apoyada por algoritmos que colocaron la serie en las primeras posiciones en sugerencias. Además, el boca a boca en redes sociales generó un efecto viral que catapultó su popularidad. - Impacto cultural y social:
La serie abrió debates sobre temas como la desigualdad, la ética del capitalismo extremo y la dehumanización. Además, popularizó juegos tradicionales coreanos y elevó la presencia de Corea del Sur como líder en la industria cultural global.
El juego del calamar demostró que una historia local bien ejecutada puede convertirse en un fenómeno global, redefiniendo cómo consumimos y apreciamos el entretenimiento.


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