El fenómeno global de El juego del calamar tuvo un impacto significativo en múltiples sectores económicos, demostrando cómo una producción cultural puede generar beneficios económicos tangibles a nivel global y local. A continuación, se destacan las áreas principales donde se observó este efecto:

1. Aumento de suscriptores en Netflix

El lanzamiento de El juego del calamar contribuyó a un aumento masivo de suscriptores en la plataforma, especialmente en mercados emergentes como Asia y América Latina. Según reportes, el éxito de la serie ayudó a Netflix a sumar más de 4.4 millones de nuevos suscriptores en el tercer trimestre de 2021, superando las expectativas de los analistas. Además, consolidó a Netflix como líder en contenido internacional y amplió la aceptación de producciones en idiomas no ingleses.

2. Impulso al turismo en Corea del Sur

El éxito de la serie despertó el interés global por la cultura coreana, incrementando el turismo en locaciones asociadas a la serie, como:

• Isla Seongapdo: Donde se filmaron algunas escenas clave. Atrajo a fans que deseaban explorar los paisajes de la serie.
• Cafeterías y museos temáticos: Negocios que recrearon elementos icónicos, como los uniformes de los personajes o los juegos tradicionales, reportaron un aumento significativo en el número de visitantes.

Antes de la pandemia, Corea del Sur ya era un destino cultural popular, pero El juego del calamar revitalizó la industria turística en la etapa post-COVID-19, atrayendo un nuevo flujo de visitantes motivados por la serie.

3. Incremento en la exportación de contenido surcoreano

La serie marcó un antes y un después para la industria del entretenimiento de Corea del Sur:

• Crecimiento del K-content: La demanda de producciones coreanas, como dramas y películas, experimentó un auge global. Plataformas como Disney+ y Amazon Prime Video comenzaron a adquirir más contenido coreano para competir en este mercado.
• Efecto derrame: Películas y series como Parasite y Hellbound se beneficiaron del interés generado por El juego del calamar, ampliando la percepción del mundo sobre el potencial narrativo de Corea del Sur.

4. Ventas de merchandising y licencias

El diseño visual único de la serie, como los trajes rojos, las máscaras geométricas y los elementos de los juegos infantiles, impulsó:

• Ventas récord de disfraces: Durante Halloween 2021, los disfraces inspirados en El juego del calamar lideraron las ventas en mercados como Estados Unidos, Europa y América Latina.
• Merchandising oficial y no oficial: Camisetas, tazas, juguetes y accesorios relacionados con la serie generaron ingresos adicionales. Empresas locales e internacionales aprovecharon la popularidad del programa para lanzar productos temáticos.

5. Impacto en pequeños negocios locales

En Corea del Sur, algunos productos tradicionales que aparecieron en la serie, como los dalgona (caramelos de azúcar utilizados en uno de los juegos), experimentaron un aumento en la demanda. Los pequeños negocios que los fabricaban reportaron un crecimiento inesperado, pasando de ser una tradición casi olvidada a un fenómeno viral.

6. Creación de empleo e inversión en la industria

El éxito de la serie generó un efecto dominó en la industria del entretenimiento:

• Mayor inversión en producciones coreanas: Netflix anunció un presupuesto de más de US$ 500 millones para contenido coreano en 2022, motivado en gran parte por el éxito de El juego del calamar.
• Creación de empleos: Desde técnicos de producción hasta actores y guionistas, la serie ayudó a consolidar a Corea del Sur como un hub de talento audiovisual.

7. Impacto en la economía global de entretenimiento

El éxito de El juego del calamar evidenció el potencial de las producciones internacionales para competir en mercados globales. Su popularidad incentivó:

• Mayor diversificación en las producciones de plataformas globales: Se abrió la puerta a contenidos de países no tradicionales en la industria del entretenimiento masivo.
• Crecimiento de la economía del streaming: Con un público más abierto a explorar contenido en diferentes idiomas, se generaron nuevos suscriptores para múltiples plataformas.

El juego del calamar no solo fue un éxito cultural, sino un fenómeno económico que fortaleció la posición de Corea del Sur como líder en el mercado del entretenimiento global, dinamizó industrias locales y globales, y dejó lecciones sobre cómo la creatividad puede generar un impacto económico sostenible.