El concepto de marca y la estética en «El Juego del Calamar»

«El Juego del Calamar» (Squid Game), más allá de ser una serie de entretenimiento, es un caso de estudio sobre cómo construir una marca poderosa y coherente a través de su narrativa, estética visual y simbolismo. A continuación, desglosamos cómo estos elementos ayudaron a convertir la serie en un fenómeno cultural y comercial global.

1. La marca de El Juego del Calamar

En términos de branding, «El Juego del Calamar» se posiciona como mucho más que una serie; es un producto cultural distintivo que combina entretenimiento, crítica social y diseño memorable. La serie utiliza elementos fundamentales de branding que la hacen identificable y relevante:

  • Identidad clara y coherente:
    Desde el título hasta los colores y los símbolos geométricos, todos los elementos de la serie refuerzan una imagen consistente. La conexión con los juegos infantiles evoca nostalgia, pero con un giro oscuro que crea un impacto emocional inmediato.
  • Propósito y mensaje:
    La serie no solo busca entretener; su narrativa ofrece una crítica contundente a las desigualdades económicas, las dinámicas de poder y el capitalismo extremo. Esto la convierte en una marca que resuena con audiencias globales al abordar temas universales.
  • Conexión emocional:
    Al contar historias humanas de desesperación, esperanza y traición, «El Juego del Calamar» conecta emocionalmente con los espectadores, un componente esencial para construir una marca sólida.

2. La estética visual como motor de la marca

La estética de El Juego del Calamar es uno de los pilares que sustentan su éxito. Cada detalle visual está diseñado para ser memorable y comunicar mensajes clave:

Colores icónicos

  • Rojo de los uniformes de los guardias:
    El rojo brillante representa autoridad, peligro y control. Este color domina las escenas y establece una atmósfera de tensión constante.
  • Verde de los concursantes:
    El verde desgastado de los uniformes de los jugadores evoca vulnerabilidad y uniformidad, reforzando la idea de que todos están en igualdad de condiciones dentro del juego, aunque esto sea solo una ilusión.

Símbolos geométricos

Las figuras geométricas en las máscaras de los guardias (círculo, triángulo y cuadrado) son elementos visuales simples pero efectivos. Cada figura denota jerarquía y función dentro del sistema del juego, convirtiéndose en un código visual que los espectadores asocian rápidamente con la serie.

Escenarios surrealistas

  • Escalera de colores pastel: Inspirada en el arte de Escher, este escenario contradice la brutalidad del juego con una apariencia infantil e inocente. Este contraste visual crea una sensación de inquietud y desconcierto.
  • Campos de juego gigantescos: Los espacios abiertos, como el del juego de «Luz roja, luz verde», amplifican la sensación de vulnerabilidad y aislamiento.

3. El simbolismo detrás de la estética

La estética de la serie no es solo un recurso visual; está cargada de significado:

  • La máscara del líder (Front Man):
    Representa el anonimato y la deshumanización del poder. La ausencia de identidad refuerza la idea de que los organizadores del juego son parte de un sistema mayor.
  • Elementos infantiles vs. violencia:
    Al usar escenarios y juegos asociados a la infancia, la serie contrasta la nostalgia y la brutalidad, generando un impacto emocional en los espectadores. Esto también actúa como una metáfora de cómo las dinámicas humanas pueden ser manipuladas desde etapas tempranas.

4. Cómo la estética se convirtió en parte de la cultura pop

  • Reconocibilidad instantánea:
    La combinación de colores, símbolos y trajes convirtió a la serie en un ícono cultural. En Halloween, los disfraces inspirados en los guardias y concursantes se agotaron en todo el mundo.
  • Merchandising y productos derivados:
    La marca visual se tradujo fácilmente en productos como camisetas, máscaras, accesorios y hasta dulces tradicionales coreanos (dalgona), generando un flujo adicional de ingresos.

5. Lecciones de marca y estética de El Juego del Calamar

  • Simplicidad con propósito: Elementos visuales simples (colores, formas) pueden ser increíblemente poderosos si están alineados con el mensaje central de la marca.
  • Cohesión narrativa: Todo, desde la trama hasta la estética, debe trabajar en conjunto para contar una historia coherente.
  • Conexión cultural: La serie logró resonar globalmente mientras mantenía una identidad profundamente coreana, mostrando que lo local puede convertirse en universal.

«El Juego del Calamar» es un ejemplo brillante de cómo una marca visual y narrativa bien diseñada puede trascender fronteras, convertirse en un fenómeno cultural y dejar un impacto duradero en audiencias globales.

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