Competitividad regional en Perú: ¿Quién lidera y quién necesita mejorar?

El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) ha publicado la actualización del Índice de Competitividad Regional (ICR) 2016-2023, una herramienta esencial para entender el desempeño de las regiones peruanas. Este índice se alinea con el Objetivo Nacional N° 3 del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PEDN) al 2050 y brinda información clave para el desarrollo de políticas públicas y promoción de inversiones.

En 2023, el ICR promedio nacional alcanzó 52,8 puntos, reflejando un ligero incremento de 0,6 puntos respecto a 2022. Las regiones más competitivas se concentran principalmente en la franja central y sur de la costa peruana, desde el Callao hasta Tacna. El Callao lidera con 61,4 puntos, seguido de Ica (60,5), Moquegua (59,7), Arequipa (59,2) y Lima (57,4).

Sin embargo, ninguna región alcanza niveles considerados altos de competitividad (más de 65 puntos), evidenciando la necesidad de mayores esfuerzos. En el otro extremo, Loreto (46,1), Cajamarca (46,7), Amazonas (47,5), Huánuco (47,9) y Ucayali (48,2) presentan los índices más bajos, lo que refleja brechas significativas entre regiones.

¿Qué mide el ICR?

El Índice de Competitividad Regional evalúa cinco pilares fundamentales:

  1. Capital humano: Educación y salud como motores del desarrollo.
  2. Sostenibilidad: Uso eficiente de recursos naturales.
  3. Comunicaciones: Infraestructura y conectividad.
  4. Instituciones: Gobernanza y seguridad.
  5. Situación laboral e inclusión financiera: Acceso al empleo formal y servicios financieros.

Con 23 indicadores en total, el ICR no solo mide el progreso regional, sino que también identifica factores que limitan el desarrollo. Esta información resulta crucial para la planificación estratégica y la formulación de los Planes de Desarrollo Regional Concertado (PDRC).

Implicaciones para el desarrollo del país

A pesar del progreso general, las desigualdades regionales son un desafío importante. Incluso en el Callao, la región con mejor desempeño, persisten brechas que limitan el bienestar de su población. Estas diferencias son aún más marcadas en regiones como Loreto, donde los retos competitivos son mayores.

El ICR ofrece una base sólida para que los gobiernos regionales y nacionales tomen decisiones informadas y diseñen políticas públicas que promuevan el crecimiento económico, reduzcan las desigualdades y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. En un entorno global cada vez más competitivo, esta herramienta se posiciona como un aliado estratégico para el desarrollo integral y equitativo del Perú.

El camino hacia un desarrollo regional equilibrado no es sencillo, pero como dice el dicho: «La unión hace la fuerza.» Un trabajo coordinado entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil será clave para transformar los desafíos en oportunidades.

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