Meta, la compañía detrás de Facebook e Instagram, ha anunciado un giro radical en sus políticas de moderación de contenido. El CEO, Mark Zuckerberg, reveló que eliminarán los verificadores de información y los reemplazarán con “notas comunitarias” generadas por los usuarios, un movimiento inspirado en la estrategia de X (antes Twitter). Además, muchas restricciones sobre discursos de odio serán eliminadas. Aunque Meta promete reducir errores en la eliminación de publicaciones, las preocupaciones éticas y comerciales comienzan a emerger, especialmente entre los anunciantes.
Entre las modificaciones más destacadas se encuentra la eliminación de los verificadores de información, criticados por ser políticamente parciales, según Zuckerberg. En su lugar, las “notas comunitarias” permitirán que los propios usuarios señalen contenido que consideren problemático. A esto se suma la flexibilización de las restricciones sobre discursos sensibles. Por ejemplo, ahora será posible referirse a “las mujeres como objetos o propiedades del hogar” o describir a las personas transgénero como “eso”, prácticas antes prohibidas.
Según Zuckerberg, estas medidas buscan reducir la percepción de censura política, especialmente en Estados Unidos, y evitar eliminar contenido de usuarios inocentes por error. Sin embargo, el CEO reconoció que habrá un aumento en “cosas malas” detectadas.
IMPACTO EN LOS ANUNCIANTES
El cambio de enfoque no solo afecta a los usuarios, sino que plantea un dilema ético y estratégico para los anunciantes. Las preocupaciones sobre el discurso de odio, la suplantación de identidad y el impacto en la imagen de marca ya han demostrado ser problemáticas en plataformas como X. Tras la adquisición de Elon Musk, muchas empresas retiraron su inversión publicitaria debido a la percepción de inseguridad.
Meta, sin embargo, tiene una ventaja sobre X: su amplia base de usuarios y sus herramientas publicitarias avanzadas. Esto le da a los anunciantes acceso a un alcance masivo y segmentación precisa, lo que podría mantenerlos interesados a pesar de los riesgos reputacionales. Sin embargo, los anunciantes podrían enfrentar presiones para decidir entre el atractivo comercial y la coherencia con sus valores éticos.
¿UNA DECISIÓN IDEOLÓGICA?
Las teorías detrás de estos cambios sugieren un trasfondo político. Según expertos, Meta busca mejorar su relación con el nuevo gobierno de Donald Trump, tras años de críticas republicanas sobre la censura de voces de derecha. Este cambio ideológico puede ser interpretado como un esfuerzo para realinear las prioridades de la plataforma con las del contexto político actual en Estados Unidos.
La experiencia de X sirve como una advertencia para Meta. Tras reducir la moderación de contenidos, X perdió a muchos anunciantes debido a las preocupaciones sobre la proliferación de discursos de odio y la falta de control sobre la identidad de las marcas. Aunque Meta tiene ventajas competitivas, el riesgo de alienar a los anunciantes es real.


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