El análisis de la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva de diciembre de 2024 deja entrever un panorama de confianza moderada entre los empresarios peruanos. De los 18 indicadores evaluados, 13 se mantienen en el tramo optimista, pero con una tendencia a la baja en varios de ellos, lo que sugiere que los agentes económicos adoptan una posición cautelosa frente al futuro.

¿Qué nos dicen los indicadores actuales?
Los indicadores relacionados con la situación actual de las empresas muestran señales mixtas:
- Negocios y ventas: Aunque la percepción sobre la situación de los negocios permanece en terreno positivo con 53,5 puntos, este puntaje es inferior al registrado en noviembre (54,2 puntos), lo que denota una leve pérdida de confianza. Las ventas, un indicador crucial para evaluar la salud empresarial, también retrocedieron de 55,3 puntos a 51 puntos en diciembre, acercándose al tramo neutral.
- Producción: Este indicador presentó un retroceso significativo, cayendo de 50,4 puntos en noviembre a 47,3 puntos en diciembre. Este dato es preocupante, ya que indica un desempeño productivo por debajo de las expectativas, lo que podría tener repercusiones en el empleo y la inversión.
El hecho de que estos indicadores claves estén mostrando un retroceso sugiere que las empresas están enfrentando mayores desafíos operativos en el corto plazo.
Expectativas a futuro: optimismo con reservas
Los indicadores de expectativas reflejan un panorama similar: optimismo, pero con un ajuste hacia la baja en las proyecciones.
- Economía nacional: Las expectativas a 12 meses cayeron de 60,3 puntos en octubre a 56,5 puntos en diciembre. Aunque el tramo sigue siendo optimista, el descenso indica que los empresarios prevén un entorno económico menos favorable en el mediano plazo.
- Demanda de productos: La percepción sobre la demanda también mostró un descenso. A 12 meses, pasó de 67,2 puntos en octubre a 65,7 puntos en diciembre. Esto podría interpretarse como una anticipación de menor dinamismo en el consumo interno.
- Contratación de personal: Este indicador, clave para evaluar el mercado laboral, también reflejó una tendencia descendente, situándose en 57,6 puntos a 12 meses, luego de alcanzar 61,3 puntos en noviembre.
Estos descensos sugieren que las empresas están siendo más conservadoras en sus proyecciones, posiblemente en respuesta a factores como la incertidumbre política o la desaceleración de la economía global.
La inversión como termómetro de confianza
La inversión empresarial, un indicador fundamental de la confianza en el futuro, se mantuvo en terreno optimista, pero con leves caídas. A 12 meses, alcanzó los 61,0 puntos, mostrando una moderación frente a meses anteriores. Este ajuste podría interpretarse como una señal de prudencia ante las expectativas de menor crecimiento económico en 2025 y 2026.
El análisis de los indicadores revela que, aunque la confianza empresarial sigue siendo positiva, las tendencias a la baja reflejan un escenario de optimismo moderado. Esto podría tener implicancias en áreas clave como el empleo, la inversión y la productividad, limitando el dinamismo económico en los próximos años.
El hecho de que el indicador de producción esté en el tramo pesimista y que la contratación de personal esté mostrando caídas plantea desafíos significativos, ya que estos factores tienen un efecto directo en el crecimiento económico y en el bienestar de las familias.
El desempeño de estos 18 indicadores muestra que, aunque las perspectivas empresariales siguen siendo positivas en términos generales, el panorama está lejos de ser ideal. Los empresarios parecen estar ajustando sus expectativas frente a un entorno más incierto.
El reto estará en mantener la resiliencia y fomentar políticas económicas que impulsen el crecimiento y la confianza. Como dice el dicho, “en tiempos difíciles, la mejor inversión es el esfuerzo bien dirigido”.


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