A partir de octubre de 2025, Microsoft finalizará el soporte técnico para Windows 10, una decisión que impactará al 62% de las computadoras con sistema operativo Windows en todo el mundo. Esto equivale a más de 600 millones de dispositivos que quedarán expuestos a ciberataques y otros riesgos de seguridad si no toman medidas oportunas.
Patricia Paulet, subdirectora de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de IDAT, subrayó que este cambio afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas (pymes) de Latinoamérica, donde el 70% de estas organizaciones aún depende de Windows 10 para sus operaciones diarias. La obsolescencia tecnológica plantea serios retos, tanto en términos de costos como de seguridad.
Transición a Windows 11: Un desafío técnico y económico
Aunque Microsoft lanzó Windows 11 en 2021, su adopción ha sido limitada, alcanzando solo el 34% del mercado. Uno de los principales obstáculos es el requisito de hardware más estricto, como la necesidad de contar con el módulo TPM 2.0, un componente que no está presente en muchas computadoras antiguas. Esto significa que millones de equipos no pueden actualizarse a Windows 11, forzando a los usuarios a evaluar opciones costosas, como la compra de nuevas máquinas.
Para quienes no puedan actualizar su hardware, Microsoft ofrecerá soporte extendido, pero con tarifas adicionales: $61 por dispositivo el primer año para empresas y $30 anuales para usuarios individuales. Además, opciones como Opatch, que desarrolla parches de seguridad no oficiales, podrían alargar la vida útil de estos sistemas hasta 2030, aunque con ciertas limitaciones.
Paulet advirtió sobre las consecuencias de no migrar a un sistema actualizado: “Las empresas podrían perder hasta un 20% de productividad debido a incompatibilidades con software moderno y riesgos de fallas técnicas. Además, estarían más expuestas a sanciones por incumplir normativas de protección de datos”.
Impacto económico y alternativas en el mercado
El fin del soporte de Windows 10 también se traducirá en un aumento de las ventas de computadoras en 2025, ya que muchos usuarios optarán por adquirir equipos compatibles con Windows 11. Este escenario abre oportunidades para otros sistemas operativos, como SteamOS, enfocado en videojuegos, que podría captar una mayor cuota de mercado en el próximo año.
Para las empresas, la transición requiere una planificación cuidadosa. Además de evaluar el costo de actualizar su infraestructura tecnológica, deberán capacitar a su personal para utilizar los nuevos sistemas y garantizar el cumplimiento de estándares de seguridad.


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