El puerto de Chancay, recientemente inaugurado, se posiciona como una de las infraestructuras más importantes para el comercio exterior peruano. Alfonso Velázquez Tuesta, promotor de este megaproyecto durante su gestión en Sierra Exportadora, describió el puerto como una herramienta clave para reducir costos logísticos y mejorar la competitividad de los productos peruanos en mercados internacionales.

Un puerto al servicio de la agroexportación
El primer embarque realizado desde Chancay, cargado de arándanos, marcó un hito para el comercio peruano. Velázquez señaló que “un puerto altamente automatizado reduce significativamente los costos operativos, permitiendo que los exportadores destinen más recursos al desarrollo de sus productos”. Esto beneficia particularmente a los pequeños productores organizados, quienes podrán competir de manera más eficiente en el mercado global.

El puerto, ubicado estratégicamente, no solo servirá para exportaciones nacionales, sino que también atraerá comercio de países vecinos como Chile, Argentina y Brasil. Su diseño moderno y la reducción en tiempos de tránsito lo convierten en una opción atractiva para cadenas logísticas internacionales.

Diversificación como clave del éxito
Velázquez insistió en la importancia de diversificar la oferta exportadora peruana, especialmente hacia mercados como China. “Además de productos tradicionales como la palta y los arándanos, debemos apostar por menestras y leguminosas, que tienen una alta demanda mundial por su valor nutricional y bajo costo de producción”, explicó.

Para lograr esto, propuso fomentar la asociatividad de los pequeños productores, otorgándoles acceso a tecnología, créditos y programas de capacitación. Mecanismos como la siembra por contrato, que asegura precios mínimos y estabilidad financiera para los agricultores, juegan un rol crucial en este proceso.

Proyecciones optimistas
El puerto de Chancay se perfila como un catalizador para el desarrollo regional y nacional. Velázquez destacó que la reducción de costos logísticos no solo beneficia a las grandes empresas exportadoras, sino que también genera un impacto positivo en las economías locales al permitir que más productores se integren a cadenas globales.

“Chancay no es solo un puerto; es una herramienta para impulsar la diversificación productiva y conectar al Perú con el mundo de una manera más eficiente y sostenible”, concluyó Velázquez, subrayando la importancia de seguir invirtiendo en infraestructura que potencie la competitividad del país.