Indicadores económicos 2025: ¿Cómo afrontarán las empresas peruanas los retos del mercado?

Los resultados de la Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas de diciembre de 2024 del Banco Central de Reserva también revelan un panorama mixto en cuanto a las expectativas empresariales, que reflejan tanto la recuperación parcial de la actividad económica como los desafíos persistentes para las empresas en el corto y mediano plazo.

En diciembre de 2024, la mayoría de los indicadores de situación actual mostraron un deterioro respecto al mes anterior. En particular, el nivel de producción y las órdenes de compra pasaron al tramo pesimista, lo que indica una desaceleración en la actividad económica. Esto es especialmente relevante en sectores como la manufactura y la construcción, donde las empresas enfrentan dificultades debido a la caída en la demanda interna y los altos costos de producción. En estos sectores, la incertidumbre sigue siendo un factor clave, ya que las empresas no tienen certeza sobre la evolución futura de la demanda y la oferta de insumos.

Las expectativas empresariales a tres meses y a doce meses también muestran una tendencia de moderación. Aunque los indicadores de expectativas de la economía a tres y doce meses se mantienen por encima de 50 puntos, lo que indica una visión relativamente optimista, la caída en los niveles de confianza muestra que las empresas se sienten cautelosas sobre el futuro cercano. En particular, el sector de la construcción experimentó una de las mayores caídas en sus expectativas de actividad, lo que refleja la incertidumbre en la inversión y la ejecución de proyectos debido a los altos costos de financiamiento y los desafíos regulatorios.

La demanda de productos también ha mostrado signos de moderación, con un descenso en las expectativas de ventas a tres meses. Las empresas están ajustando sus planes de producción y contratación en función de la menor previsibilidad del mercado. A pesar de ello, las expectativas de contratación de personal se mantienen relativamente estables, lo que indica que muchas empresas aún buscan mantener su plantilla laboral a pesar de las dificultades económicas.

En resumen, aunque las expectativas empresariales muestran una recuperación parcial en algunos sectores, los desafíos persisten, especialmente en los sectores más expuestos a la volatilidad económica y a los altos costos de producción. Las políticas económicas y las estrategias empresariales deben centrarse en fortalecer la competitividad y adaptarse a un entorno económico cada vez más incierto. Las empresas deberán ajustar sus expectativas y estrategias para maximizar sus oportunidades en el mediano y largo plazo.

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