En el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, es importante reflexionar sobre el impacto ambiental de nuestras actividades y las estrategias necesarias para enfrentar el cambio climático. Durante la pandemia de Covid-19, Perú logró una significativa reducción de emisiones gracias al uso de energías renovables, pero los desafíos persisten. Según el informe Global Carbon Budget 2024, las emisiones globales continúan en aumento, alcanzando 41.6 gigatoneladas (GT) este año. En este escenario, el sector minero emerge como un actor clave en la búsqueda de soluciones sostenibles, combinando innovación tecnológica y compromiso ambiental.
El aporte del Perú y el sector minero
En los momentos más críticos de la pandemia, Perú redujo sus emisiones de CO2 en más de 400 mil toneladas gracias al uso de fuentes de energía renovables, que representaron el 97% del consumo eléctrico. Sin embargo, esta mejora temporal contrasta con el incremento global de las emisiones, impulsado principalmente por la quema de combustibles fósiles. El sector minero, uno de los mayores consumidores de energía, se posiciona como una industria estratégica para implementar cambios significativos.
Gonzalo Covarrubias, vicepresidente senior de Earth & Environment para Sudamérica en Ausenco, destaca que “un diseño optimizado y el uso de tecnologías innovadoras pueden reducir la huella de carbono, mejorar la eficiencia operativa y disminuir los costos en proyectos mineros”. Procesos como la trituración de minerales, que consume hasta el 70% de la energía en una planta de procesamiento, están siendo rediseñados con soluciones más sostenibles, como la preconcentración y la flotación de partículas gruesas.
Sostenibilidad económica y social
Además de sus beneficios ambientales, las estrategias de reducción de emisiones generan un impacto positivo en los costos de capital (CAPEX) y operativos (OPEX). Un diseño eficiente no solo disminuye el consumo de recursos, sino que optimiza la logística de construcción y reduce las emisiones relacionadas con el transporte. Estos avances no solo mejoran la rentabilidad de los proyectos, sino que también facilitan la obtención de licencias sociales y permisos gubernamentales, elementos cruciales para operar en un entorno regulatorio cada vez más exigente.
Herramientas tecnológicas para un futuro sostenible
La implementación de herramientas avanzadas como Orien, desarrollada por Ausenco, permite a las empresas identificar fuentes de emisión, calcular impactos y planificar acciones de mitigación. Basada en estándares internacionales como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol), Orien analiza emisiones en tres niveles: directas (alcance 1), indirectas por consumo energético (alcance 2) y aquellas provenientes de la cadena de valor (alcance 3). Estas herramientas no solo optimizan procesos, sino que también fortalecen la competitividad de las empresas al alinearse con estándares internacionales de sostenibilidad.
La transición hacia una minería con menor impacto ambiental es esencial no solo para enfrentar el cambio climático, sino también para mejorar la relación de la industria con las comunidades y garantizar su viabilidad a largo plazo. Como concluye Covarrubias, “con estas soluciones, la industria minera puede avanzar de manera tangible hacia un futuro más sostenible, combinando eficiencia operativa y compromiso ambiental”.


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