Inca Kola, la bebida gaseosa ícono de Perú, celebra su 90 aniversario con una serie de actividades durante todo 2025, destacando su papel como un símbolo de identidad nacional.

Desde su creación en 1935, Inca Kola ha sido una bebida que acompaña a los peruanos en diversos momentos de su vida cotidiana, consolidándose como parte esencial de su cultura. Durante estas nueve décadas, la marca ha evolucionado de ser un simple refresco a convertirse en un referente de peruanidad, gracias a su vínculo con la historia, la cultura y el arte del país.

El 90 aniversario de Inca Kola no solo celebra su presencia en las mesas de los peruanos, sino también su impacto en diversos sectores. A lo largo de los años, ha impulsado la gastronomía local, apoyando a chefs y restaurantes peruanos, además de respaldar a emprendedores culinarios. La marca también ha sido parte del crecimiento de proyectos culturales, como murales urbanos que exaltan el legado peruano y colaboraciones con el Ministerio de Cultura y la UNESCO.

Además, Inca Kola ha apostado por la juventud a través de iniciativas con estudiantes universitarios, brindándoles oportunidades de mostrar su creatividad en las redes sociales y empoderándolos con herramientas que les serán útiles en su futuro profesional. En este sentido, la marca ha logrado conectar con nuevas generaciones, manteniéndose vigente a lo largo del tiempo.

Como parte de la celebración de su aniversario, Inca Kola ha lanzado una campaña 360° que incluye promociones y activaciones en alianza con diversas marcas como Rappi, Yape, y Cineplanet, entre otras. La campaña busca acercar aún más a los peruanos con la marca, invitándolos a ser parte de esta celebración que se extenderá durante todo el 2025.

Con este aniversario, Inca Kola reafirma su compromiso con la cultura peruana, celebrando no solo sus logros como marca, sino también el sentido de identidad y comunidad que ha cultivado durante sus 90 años de historia.

SALGAMOS DEL MARKETING Y VEAMOS MÁS DE CERCA SU IMPORTANCIA

Inca Kola es fundamental en el mercado de las bebidas gaseosas en Perú debido a su papel como símbolo de identidad nacional. Su color vibrante y su nombre, que evoca la historia del Imperio Inca, la convierten en una bebida representativa de la cultura peruana. Este vínculo emocional con los consumidores locales ha sido clave para que Inca Kola mantenga una presencia destacada en el país, convirtiéndose en una bebida imprescindible en celebraciones y eventos, más allá de ser solo una opción refrescante.

La marca ha logrado posicionarse exitosamente en el mercado peruano, incluso frente a gigantes internacionales como Coca-Cola y Pepsi, al diferenciarse por su sabor único y adaptarse a las preferencias locales. A lo largo de los años, Inca Kola ha sabido innovar y diversificar su oferta para mantenerse relevante, introduciendo productos con menos azúcar y ampliando su presentación en diversos formatos, lo que le ha permitido fidelizar a generaciones de consumidores.

Además, Inca Kola ha jugado un papel activo en el fortalecimiento de la cultura peruana, apoyando iniciativas gastronómicas, deportivas y artísticas. A lo largo de su historia, la marca ha patrocinado eventos de gran relevancia, respaldado a emprendedores y chefs peruanos, y colaborado en la promoción de la gastronomía nacional. Su estrategia de marketing eficaz, que se adapta a las tendencias digitales y conecta emocionalmente con los jóvenes, ha sido esencial para su crecimiento y liderazgo en el mercado de las bebidas gaseosas en Perú.

REVISANDO LA HISTORIA

Inca Kola fue fundada en 1935 por la familia Lindley, una empresa peruana, con el objetivo de crear una bebida gaseosa que fuera un homenaje a la cultura nacional. En sus primeros años, Inca Kola se presentó como una bebida refrescante y dulce, con un sabor único que pronto cautivó a los peruanos. Su nombre, que hace referencia al Imperio Inca, y su color amarillo brillante, evocando el oro que fue emblemático de los Incas, se convirtieron en símbolos de la identidad peruana. Estos elementos ayudaron a la marca a conectar rápidamente con la población, posicionándose como un símbolo de orgullo nacional.

Durante las primeras décadas de su existencia, Inca Kola enfrentó la competencia de marcas internacionales como Coca-Cola y Pepsi, que llegaron al mercado peruano a finales de la década de 1940. Sin embargo, la bebida local supo mantener una sólida base de consumidores al adaptarse a los gustos y costumbres peruanas, mientras que las multinacionales no lograron captar el mismo nivel de identificación emocional con el país. Su sabor único y su vínculo con la cultura nacional fueron factores clave en su éxito. Durante este tiempo, la marca también se hizo presente en las principales celebraciones peruanas, convirtiéndose en un elemento esencial en reuniones familiares y eventos importantes.

A partir de la década de 1990, Inca Kola experimentó un cambio significativo en su historia. En 1999, Coca-Cola adquirió el 50% de la marca en un acuerdo que permitió a Inca Kola expandir su producción, distribución y presencia a nivel nacional. A pesar de esta asociación con un gigante internacional, Inca Kola logró mantener su imagen como una bebida nacional, continuando con su estrategia de marketing enfocada en la cultura peruana. A través de su respaldo a la gastronomía, el arte y el deporte, la marca reafirmó su rol como un embajador de la identidad peruana en el país y en el extranjero.

En los últimos años, Inca Kola ha continuado siendo una de las bebidas más consumidas en Perú. Su capacidad para conectar con las nuevas generaciones ha sido clave para su permanencia en el mercado, utilizando estrategias de marketing innovadoras que integran las plataformas digitales y las redes sociales. Además, la marca ha seguido apoyando a emprendedores locales, especialmente en el ámbito gastronómico, y participando en actividades culturales y sociales que resaltan el legado del país. Con 90 años de historia, Inca Kola sigue siendo un símbolo de la peruanidad, uniendo a generaciones de peruanos y reforzando su posición como uno de los productos más queridos y representativos de Perú.