📢 ¿Y si el periodista ya no solo informa, sino también reconstruye vínculos? En un mundo donde los titulares se pelean por captar tu atención y las redes sociales dictan lo que se ve y lo que no, la función del periodismo ya no puede ser la misma de hace 50 años. Si la prensa quiere sobrevivir —y ser útil— tiene que replantearse desde la raíz: dejar de ser solo un “perro guardián” y convertirse también en un puente de diálogo, en curadora de sentido y hasta en generadora de empatía. Suena abstracto, pero no lo es. Y puede cambiar la forma en la que se toman decisiones en tu hogar, negocio o comunidad.

El documento Beyond Democracy: How a Free Press Supports the Rule of Law, elaborado por la académica Erin C. Carroll, plantea que las funciones tradicionales de la prensa —vigilar, educar e impulsar el debate— deben ampliarse y adaptarse al contexto actual. En vez de solo exponer errores del poder, la prensa también debe ayudar a comprender, conectar y construir ciudadanía. Porque no se trata solo de saber “qué pasó”, sino de entender por qué pasó y cómo nos afecta colectivamente.

Un ejemplo claro: en vez de cubrir únicamente un escándalo judicial, un medio puede ir más allá y explicar cómo funciona ese sistema, cómo se puede apelar una sentencia o qué derechos tiene el ciudadano frente a decisiones arbitrarias. Eso no solo informa: empodera. En economía se llama “valor agregado informativo”, y su impacto se nota en la confianza del consumidor, en la planificación empresarial y hasta en la estabilidad de una comunidad frente a rumores.

La autora también advierte que la rigidez legal sobre lo que se entiende por “prensa” ha quedado desfasada. Muchos de los conceptos legales actuales se basan en sentencias de hace más de medio siglo, cuando los periódicos dominaban el ecosistema y no existía ni WhatsApp. Hoy, un periodista puede operar desde su celular, en un pueblo sin redacción, pero con impacto regional. Si no se reconoce esa transformación, la libertad de prensa también corre el riesgo de volverse selectiva y desigual.

Por eso, repensar las funciones del periodismo no es un capricho de académicos. Es una urgencia democrática, económica y ciudadana. En el Perú, donde muchas zonas no tienen acceso a información confiable y donde la desinformación afecta desde la vacunación hasta el precio de los alimentos, necesitamos medios que informen, sí, pero también que escuchen, traduzcan y acompañen.

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🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

• CAMBIO: La prensa ya no puede limitarse a informar. Ahora debe generar empatía, lo que ayuda a reducir tensiones sociales y mejora el clima para hacer negocios y tomar decisiones familiares.
• FLEXIBILIDAD: Muchos marcos legales siguen definiendo “prensa” con criterios de los años 70. Esto excluye a nuevos actores informativos que llegan a comunidades con poca cobertura.
• EMPODERAMIENTO: Un periodismo que no solo denuncia, sino que explica, mejora la capacidad de ciudadanos y empresarios para entender reglas y hacer valer sus derechos.
• ADAPTACIÓN: Si los medios no se transforman, pierden relevancia. Y cuando eso pasa, aumentan la desinformación y la incertidumbre, lo cual afecta el consumo y la inversión.
• VALOR SOCIAL: Replantear el rol de la prensa también es una estrategia para fortalecer la democracia desde lo cotidiano: desde entender una boleta de pago hasta saber qué hacer ante un abuso de autoridad.