📢 El gobierno de EE. UU. acaba de lanzar una reforma profunda de su sistema de adquisiciones de defensa con la firma de la Orden Ejecutiva 14265. El objetivo: acelerar los procesos, eliminar trabas burocráticas y convertir a la industria militar en una fuerza tan estratégica como las propias tropas. El nuevo enfoque busca dotar al Pentágono de mayor flexibilidad para contratar soluciones comerciales e innovar a ritmo de mercado.
La reforma prioriza el uso de mecanismos de compra rápida como la “Other Transactions Authority” y pone especial énfasis en adaptar el sistema a las necesidades reales del campo de batalla. Además, propone evaluar todos los programas de adquisición que superen el 15% de retraso o sobrecostos, con la posibilidad de cancelarlos.
Otro punto clave es la reestructuración del personal encargado de las compras militares. Habrá nuevas métricas de desempeño, capacitación en herramientas de innovación y despliegue de equipos móviles especializados para asistir a las unidades en campo.
Esta modernización también busca revisar las normas internas que regulan la adquisición pública en defensa. Bajo el principio de “10 por 1”, por cada nueva regulación se eliminarán diez, fomentando un entorno más ágil y menos regulado.
Se estima que los cambios permitirán reducir costos, mejorar la preparación tecnológica del ejército y hacer más competitivo al ecosistema empresarial vinculado al sector defensa.
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Deregulación: Por cada nueva norma, se deberán eliminar diez, para reducir cargas administrativas.
Velocidad: Las adquisiciones se agilizarán mediante canales alternativos y contratos comerciales preferentes.
Evaluación: Se revisarán todos los programas que excedan en 15% su costo o cronograma para posibles cancelaciones.
Innovación: Se premiará el uso de soluciones privadas y la toma de riesgos calculados en adquisiciones.
Personal: El personal de adquisiciones será reentrenado y medido por su capacidad de aplicar enfoques ágiles.


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