La constitución apostólica Praedicate Evangelium, promulgada por el Papa Francisco el 19 de marzo de 2022, representó una de las reformas más trascendentales en la historia moderna de la Iglesia Católica. Aunque no es la primera constitución vaticana (el Vaticano ha tenido documentos de este tipo desde hace décadas), su importancia radica en la profunda transformación que propone dentro de la Curia Romana, el corazón administrativo de la Iglesia…. hecho que no le ganó popularidad a Francisco I al interior del Vaticano. La reforma que inició el Papa argentino, buscó adaptar la estructura eclesiástica a las realidades contemporáneas, alejándose de una administración centralizada y jerárquica hacia un modelo más colaborativo, descentralizado y participativo.
No es la Primera Constitución Vaticana
Si bien Praedicate Evangelium es una constitución apostólica importante, no es la primera de su tipo en la historia del Vaticano. Documentos como Regimini Ecclesiae Universae (1967), emitida por el Papa Pablo VI, y Pastor Bonus (1988), promulgada por el Papa Juan Pablo II, también fueron hitos en la reforma de la Curia Romana. Sin embargo, Praedicate Evangelium introduce una perspectiva distinta que se adapta a los desafíos del siglo XXI, reflejando la visión pastoral y reformista del Papa Francisco.
Regimini Ecclesiae Universae, promulgada por el Papa Pablo VI, esta constitución marcó un punto de inflexión tras el Concilio Vaticano II, enfocándose en una reforma administrativa de la Curia Romana para adaptarla a las nuevas demandas del tiempo. Enfatizó la necesidad de que la Curia estuviera más coordinada y eficaz. Introdujo una reorganización de las Congregaciones y Dicasterios, procurando darles mayor funcionalidad y eficiencia. También consolidó la idea de que la Curia debía servir a la Iglesia Universal, no solo al Papa, con un enfoque pastoral de servicio a las Iglesias particulares.
Principales Aportes:
- Reorganización de la Curia Romana para mejorar su funcionamiento.
- Establecimiento de una relación más clara y directa con las Iglesias particulares y conferencias episcopales.
- Mayor énfasis en la sinodalidad y en la colaboración con las Iglesias locales para una mayor eficacia pastoral.
Pastor Bonus, promulgada por el Papa Juan Pablo II, se centra en la estructura y el funcionamiento de la Curia Romana desde una perspectiva más pastoral y colegial. A diferencia de la anterior, promovió un enfoque más explícito de cooperación entre los diferentes dicasterios y un sistema más colegial, buscando una mayor comunión dentro de la Curia. Reforzó la idea de que la Curia debía estar al servicio del Papa y, por extensión, de todas las Iglesias particulares.
Principales Aportes:
- Estableció una clara distinción entre los dicasterios de la Curia, promoviendo un sistema de trabajo más ordenado y menos jerárquico.
- Reforzó la idea de que la Curia debía ser una extensión del servicio pastoral del Papa a todas las Iglesias, no solo un cuerpo burocrático.
- Aumentó la importancia de los laicos en cargos de responsabilidad dentro de la Curia, promoviendo un servicio más inclusivo.
Recordemos término «constitución apostólica» hace referencia a un documento que tiene autoridad legislativa en la Iglesia. Si bien las reformas de la Curia en el pasado también fueron significativas, la reforma propuesta por Francisco marca un cambio de paradigma en el modo en que la Iglesia debe estructurarse y relacionarse con el mundo. Asi hallamos que:
Regimini Ecclesiae Universae (1967) se centró en la reorganización administrativa de la Curia, adaptándola a las necesidades del tiempo post-Concilio Vaticano II, destacando la colaboración entre la Curia y las Iglesias locales.
Pastor Bonus (1988) subraya una visión pastoral más estructurada y colegial, promoviendo una coordinación eficaz entre los dicasterios y reconociendo el papel de los laicos dentro de la Curia.
Praedicate Evangelium (2022) introduce un cambio más profundo hacia una Iglesia sinodal y descentralizada, enfocándose en la participación activa de los laicos y en la misión evangelizadora global de la Iglesia. Esto marca una diferencia significativa respecto a las anteriores, que aún mantenían una estructura jerárquica más marcada.
¿Qué es la Iglesia sinodal?
La Iglesia sinodal es un modelo de Iglesia que promueve la participación, la escucha, el discernimiento conjunto y la corresponsabilidad de todos sus miembros en la misión común. Es una visión de Iglesia más democrática, inclusiva y orientada al servicio, que busca caminar junta hacia la evangelización y el bien común.
El modelo sinodal busca una Iglesia más cercana a la gente, que escuche sus preocupaciones y necesidades, y que se preocupe por su bienestar tanto espiritual como material. En lugar de una estructura rígida y jerárquica, la Iglesia sinodal promueve una forma de vida eclesial que es más abierta, flexible y orientada hacia el servicio mutuo.
Además, la sinodalidad responde a las realidades contemporáneas, como la creciente pluralidad de voces y la necesidad de un discernimiento conjunto en un mundo cada vez más interconectado. Este enfoque no solo busca una mejor organización interna, sino también una mayor misericordia y compasión hacia los demás, especialmente los más necesitados.
La Constitución de Francisco
Uno de los principios más destacados de Praedicate Evangelium es la descentralización del poder dentro de la Curia Romana. Históricamente, la Curia ha concentrado las decisiones clave sobre la vida de la Iglesia en Roma. Sin embargo, con esta reforma, el Papa Francisco ha buscado distribuir responsabilidades entre las Iglesias locales y conferencias episcopales, fortaleciendo su capacidad para tomar decisiones en función de sus realidades. Este cambio refleja el concepto de una Iglesia «en salida», que no se limita a la cúpula vaticana, sino que está cerca del pueblo, escuchando sus necesidades y respondiendo de manera ágil y adaptada.
La sinodalidad juega un papel fundamental en esta reforma. La sinodalidad es el proceso mediante el cual todos los miembros de la Iglesia —obispo, sacerdotes y laicos— caminarán juntos, tomando decisiones en conjunto sobre los asuntos de la Iglesia. Este concepto central en el pontificado de Francisco tiene como objetivo una participación activa de todos los fieles en la toma de decisiones, lo que promueve una Iglesia más inclusiva, donde las voces de los laicos y las comunidades locales son tomadas en cuenta. El Papa Francisco ha insistido en que la sinodalidad no debe ser solo un concepto teórico, sino una práctica vivida, donde la Iglesia demuestra un verdadero compromiso con la igualdad y la democracia interna.
Mayor Transparencia y Eficiencia en la Gestión
Otro componente esencial de Praedicate Evangelium es la transparencia y la eficiencia en la gestión de los recursos de la Iglesia. A lo largo de la historia, la Curia Romana ha enfrentado críticas por la falta de claridad en su administración financiera. El Papa Francisco ha señalado que la Iglesia no puede permitirse ser opaca, especialmente cuando se trata de los recursos que los fieles destinan a la misión de la Iglesia.
Con esta reforma, se establece un modelo más profesional en la gestión de los recursos, con procesos más claros en la asignación y seguimiento de los mismos. La Curia se compromete a ser más ética y responsable, asegurando que las decisiones no solo sean eficientes, sino también transparentes ante los fieles y la sociedad. La necesidad de implementar medidas de rendición de cuentas es clave en este proceso, pues la Iglesia busca ser un modelo de buen gobierno y no puede esquivar las exigencias de la ética y la responsabilidad social.
Reforma de los Dicasterios: Estructura más Ágil y Colaborativa
Una de las áreas clave de la reforma es la reorganización de los dicasterios de la Curia Romana. Los dicasterios son las entidades que se encargan de gestionar los distintos aspectos de la vida de la Iglesia, como la doctrina, la evangelización, la caridad, y la organización de los obispos, entre otros. Tradicionalmente, estos dicasterios han estado marcados por una estructura jerárquica rígida, donde la toma de decisiones era centralizada y, en muchos casos, burocrática.
Con Praedicate Evangelium, los dicasterios ahora adoptan un enfoque más colaborativo, permitiendo que se escuche la voz de expertos laicos y se promueva una mayor diversidad en sus equipos de trabajo. Esta reforma busca hacer que la Curia sea más ágil y eficiente, eliminando redundancias y mejorando la coordinación interna. Al integrar voces diversas y profesionales de distintas partes del mundo, la reforma no solo responde a las demandas del contexto actual, sino que también promueve una Iglesia global, que representa las distintas realidades de los fieles en el mundo.
El Empoderamiento de los Laicos: Un Cambio Histórico
Uno de los aspectos más innovadores de Praedicate Evangelium es el empoderamiento de los laicos dentro de la Curia Romana. A lo largo de los siglos, la Curia ha sido un espacio reservado casi exclusivamente para el clero. Sin embargo, el Papa Francisco ha subrayado que los laicos deben tener un papel activo en la toma de decisiones dentro de la Curia y en la administración eclesiástica.
Esta reforma permite que los laicos, tanto hombres como mujeres, puedan ocupar cargos importantes en la Curia, lo que refleja la visión del Papa Francisco de una Iglesia más inclusiva, que no solo reconoce el papel central del clero, sino que valora y promueve la participación activa de los fieles laicos en la misión evangelizadora. Además, al crear espacios de participación para los laicos, la Iglesia reconoce la dignidad igual de todos sus miembros, sin distinción de estado o condición, reflejando los valores de igualdad y fraternidad que están en el corazón del cristianismo.
Reforma Jerárquica: Una Iglesia más Abierta y Diversa
Praedicate Evangelium también introduce cambios en la estructura jerárquica de la Iglesia, promoviendo una mayor diversidad dentro de los órganos de la Curia. Por ejemplo, ya no serán solo los cardenales los encargados de elegir al Papa, sino que se busca ampliar los roles y los perfiles dentro de la Curia. Así, los responsables de los dicasterios serán más numerosos y representarán una mayor diversidad geográfica y de experiencia, reflejando mejor la realidad global de la Iglesia.
El Papa Francisco, en su visión pastoral, promueve una Iglesia servidora, donde los obispos y cardenales no deben ver su cargo como un puesto de poder, sino como una responsabilidad pastoral hacia el pueblo de Dios. Esto marca un paso importante hacia una Iglesia menos jerárquica y más comunitaria, donde la misión de la Iglesia es servir a la sociedad y a los más necesitados.
¿La Reforma que Responde a los Desafíos del Siglo XXI?
Así Praedicate Evangelium es una reforma histórica que transforma la Curia Romana de manera significativa. Aunque no es la primera constitución vaticana, su impacto es mayor debido a la nueva visión de liderazgo que propone. A través de la descentralización, la sinodalidad, el empoderamiento de los laicos y la mejora en la eficiencia y transparencia de la administración, esta reforma responde a los desafíos contemporáneos y posiciona a la Iglesia como una institución más cercana a los fieles y las realidades del mundo moderno.
🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS:
- Descentralización: La reforma distribuye responsabilidades entre las Iglesias locales, acercando la toma de decisiones a las comunidades.
- Sinodalidad: Un enfoque que promueve una participación activa de todos los miembros de la Iglesia en los procesos decisionales.
- Transparencia: La reforma promueve una gestión más profesional y ética de los recursos de la Iglesia, garantizando su rendición de cuentas.
- Empoderamiento de los laicos: Los laicos ocupan cargos importantes dentro de la Curia, reflejando una Iglesia más inclusiva.
- Reestructuración jerárquica: Los cambios en la Curia promueven una mayor diversidad y eficiencia en los roles eclesiásticos, reduciendo la centralización y el autoritarismo.
Con Praedicate Evangelium, la Iglesia da un paso hacia una estructura más abierta, colaborativa y alineada con los valores de igualdad y sinodalidad. Esta reforma no solo impacta a la Curia, sino que redefine la relación de la Iglesia con el mundo moderno.


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