📢 ¿Viajas desde el nuevo Jorge Chávez? Te conviene saber que la torre de control tiene vidrios defectuosos… y eso ya costó S/ 3 millones. Parece un detalle técnico, pero tiene todo que ver con tu seguridad y con cómo se usan los millones que se invierten en infraestructura pública. La concesionaria del Aeropuerto Jorge Chávez, Lima Airport Partners (LAP), fue multada con S/ 3,22 millones por instalar vidrios defectuosos en la nueva torre de control, una pieza clave para el funcionamiento del nuevo terminal aéreo del país.

La sanción fue impuesta por Ositrán, el organismo regulador de la infraestructura de transporte, tras comprobar que los vidrios usados no cumplían con los requisitos del contrato de concesión. Y aunque LAP asegura que el error ya fue corregido, el tema revela un punto sensible: la fiscalización de obras millonarias que pagamos todos, directa o indirectamente, con nuestros pasajes, impuestos y confianza.

Este hecho ocurre justo cuando el nuevo aeropuerto promete revolucionar la conectividad aérea del país, con una inversión total que supera los US$ 1.200 millones. Pero ¿de qué sirve un nuevo terminal si las normas de seguridad se relajan? Los vidrios en cuestión tenían fallas que afectaban la visibilidad y resistencia estructural de la torre de control, una estructura desde donde se gestionan todos los vuelos.

Desde la perspectiva económica, este caso ilustra un principio clave: las fallas en la supervisión de grandes concesiones generan costos adicionales, afectan la reputación de las empresas y, en el peor de los casos, pueden poner en riesgo vidas. Además, las multas —aunque necesarias— no siempre corrigen el daño económico ni reputacional que ya ocurrió.

La teoría económica detrás de esto apunta al riesgo moral en las concesiones privadas: cuando las empresas sienten que pueden incumplir sin consecuencias graves, aumentan los incentivos a abaratar costos en aspectos críticos como la calidad de materiales o la supervisión de obra.

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🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS:

1. MULTA EFECTIVA: LAP deberá pagar S/ 3,22 millones por incumplir los estándares contractuales. Esto impacta directamente en la confianza ciudadana sobre cómo se construyen nuestras grandes obras.
2. FALLA EN SEGURIDAD: Los vidrios de la torre de control presentaban defectos que comprometían visibilidad y resistencia. Esto podría haber afectado la operación aérea, poniendo en riesgo vuelos y pasajeros.
3. INVERSIÓN BAJO LUPA: El nuevo Jorge Chávez tiene un presupuesto de más de US$ 1.200 millones. Cada error técnico se traduce en posibles sobrecostos y retrasos.
4. FISCALIZACIÓN CLAVE: Ositrán actuó como regulador, pero el caso deja claro que debe haber más vigilancia constante para evitar que estas fallas se repitan.
5. LECCIÓN PARA TODAS LAS CONCESIONES: Este hecho recuerda que no basta con inaugurar grandes proyectos: su calidad y cumplimiento deben estar garantizados desde el primer ladrillo.