📢 ¿Qué pasa cuando los cambios no solo se anuncian, sino que se ejecutan? Mientras muchas reformas se quedan en el papel, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) activó un nuevo Grupo de Trabajo que tiene la tarea urgente de aplicar las recomendaciones clave para reorganizar la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Esto no es solo un trámite interno: afecta directamente a agricultores, comunidades y empresas que dependen del acceso justo, claro y eficiente al agua.

El objetivo es claro: transformar el manejo del agua en el país. Para ello, se ha conformado un equipo sectorial temporal —sin gastos adicionales al Tesoro Público— que estará operativo por tres meses. El grupo, liderado por el jefe de la ANA, incluye representantes de distintas direcciones técnicas y administrativas de esta entidad, así como del propio MIDAGRI.

La urgencia tiene sustento: el Informe Final de la Comisión Reorganizadora reveló trabas, desorden y demoras que afectan la formalización del derecho al agua, algo vital para la agricultura familiar y la sostenibilidad de los recursos hídricos. Ahora, con esta medida, se busca aplicar reformas que permitan redimensionar las oficinas locales del agua, simplificar trámites, fortalecer a las organizaciones de usuarios y promover prácticas sostenibles de conservación y recarga de acuíferos.

Aunque se trata de una medida interna, su impacto es amplio. La falta de acceso rápido y legal al agua limita inversiones en el campo, debilita la planificación empresarial y afecta directamente la producción de alimentos. Resolver eso puede significar menos pérdidas, más cosechas y mejor calidad de vida para miles de familias peruanas.

En tiempos de sequía y cambio climático, organizar mejor el uso del agua no es opcional, es estratégico. Y esta vez, parece que el Estado ha decidido pasar del diagnóstico a la acción.

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PLAZO CORTO: El grupo tiene solo 3 meses para aplicar los cambios, lo que obliga a actuar con rapidez y resultados visibles.

SIN GASTOS EXTRAS: Las funciones se cumplirán con presupuesto existente, lo que evita mayor presión fiscal.

TRÁMITES MÁS ÁGILES: Una de las prioridades es simplificar los procesos para obtener derechos de uso de agua, algo que impacta directamente en agricultores y empresas.

FORMALIZACIÓN CLAVE: Se busca fortalecer programas como Profojua para formalizar el uso del agua por parte de comunidades y asociaciones.

SOSTENIBILIDAD EN AGENDA: Se prioriza el uso eficiente y la recarga hídrica, lo que puede proteger a zonas vulnerables frente a la escasez.