💼 ¿Tu negocio está protegido o es parte del problema?

📢 ¿Tu empresa detecta los riesgos de soborno o prefiere mirar al costado? Solo el 47 % de las empresas peruanas cuenta con procesos claros para identificar riesgos de soborno. El resto —más de la mitad— actúa sin una brújula clara ante una práctica que, lejos de ser anecdótica, representa un sobrecosto del 15.3 % en las transacciones empresariales. Eso significa que por cada S/ 100 mil que mueve una empresa, podría estar perdiendo más de S/ 15 mil solo por no tener un sistema de prevención eficaz.

El dato proviene de un estudio reciente de Datum Internacional y revela un panorama preocupante, sobre todo en pequeñas empresas y en regiones fuera de Lima y Callao, donde el conocimiento sobre normativas anticorrupción y la implementación de programas de cumplimiento es mucho más limitado. Aunque muchos negocios ya cuentan con un Código de Ética, solo entre un 4 % y un 7 % ha dado el salto a un sistema integral de gestión antisoborno.

La percepción del riesgo también está distorsionada: un 24 % de los directivos cree que el soborno “no afecta a su sector”, a pesar de que el rubro de la construcción —uno de los motores de empleo y gasto público— es señalado como el más expuesto por el 44 % de los encuestados. Este desajuste entre realidad y percepción debilita la capacidad preventiva del sector empresarial.

La nota refleja la teoría de los costos de transacción desarrollada por Ronald Coase, que explica cómo las empresas enfrentan costos adicionales no solo por producir, sino por operar dentro de un entorno con incertidumbre e información incompleta. En este caso, el soborno actúa como un costo oculto que distorsiona las decisiones empresariales, encarece los procesos y afecta la competitividad. Cuando una empresa no implementa mecanismos de control o prevención, su exposición al riesgo se traduce en sobrecostos económicos, pérdida de confianza y, en el largo plazo, menor sostenibilidad del negocio.

Pero no todo son malas noticias. Según el informe, el 61 % de las empresas que sí han implementado programas de ética y cumplimiento han logrado reducir los incidentes de corrupción interna en el último año. Es decir, cuando se quiere, se puede… y se ahorra. La inversión en prevención no es un gasto, es una defensa frente al deterioro de la confianza empresarial y de la sostenibilidad a largo plazo.

Desde el sector educativo, gremial y estatal se destaca la necesidad de incorporar la ética desde los primeros niveles de formación. No se trata solo de aplicar más leyes, sino de generar una transformación cultural que priorice la integridad como parte esencial del negocio.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

  • RIESGO INVISIBLE: Solo el 47 % de empresas identifica riesgos de soborno, lo que las deja vulnerables a pérdidas y sanciones.
  • SOBRECOSTO EMPRESARIAL: El soborno representa un 15.3 % adicional en las operaciones. A mayor informalidad en prevención, mayor impacto económico.
  • BAJO ALCANCE PREVENTIVO: Solo entre 4 % y 7 % de empresas tiene un sistema antisoborno integral. La mayoría se queda en buenas intenciones.
  • PERCEPCIÓN DISTORSIONADA: Un 24 % de directivos cree que el soborno no afecta su rubro, lo que debilita cualquier acción efectiva.
  • PREVENCIÓN FUNCIONA: Las empresas con programas de ética lograron reducir incidentes de corrupción en 61 % de los casos.

Deja un comentario