📊 Del norte a la selva: las regiones que gastan… y las que siguen en pausa

📢 Mientras Junín acelera mes a mes, Arequipa sigue frenada: así se ejecuta el presupuesto en las regiones del Perú ¿Sabías que la eficiencia con la que se gasta el dinero del Estado en tu región puede marcar la diferencia entre tener un colegio nuevo o seguir esperando la obra? Así como tú revisas tus gastos a fin de mes, el Estado también rinde cuentas. Y los resultados de mayo revelan una brecha que ya impacta en la vida diaria de millones.

Hasta mayo de 2025, Junín lidera la ejecución acumulada del gasto público regional con un total de S/ 730 millones ejecutados, según el reporte del MEF. Es decir, en lo que va del año, es la región que más ha convertido su presupuesto en proyectos reales. En contraste, Arequipa ocupa el último lugar, con solo S/ 252 millones ejecutados. Esta diferencia de más de S/ 470 millones no es solo una cifra: son hospitales sin equipar, pistas sin terminar o programas sociales sin activar.

En la selva, el presupuesto también viaja lento: Loreto, Ucayali y San Martín enfrentan retos para ejecutar su gasto público. Aunque estas regiones concentran vastos territorios y necesidades urgentes en salud, educación e infraestructura, su ritmo de ejecución sigue siendo bajo. Loreto, por ejemplo, redujo su gasto en comparación con 2024, a pesar de enfrentar graves desafíos logísticos y climáticos que requieren inversión inmediata. Ucayali y San Martín, si bien muestran ligeras mejoras, aún no logran acelerar el uso efectivo de su presupuesto. Esta situación refleja un problema estructural: en la Amazonía, la distancia, la burocracia y la falta de equipos técnicos capacitados siguen frenando el desarrollo, a pesar de contar con fondos asignados. Cuando el dinero no se transforma en carreteras, postas médicas o escuelas, el costo lo paga la población más olvidada del país.

Ahora bien, si miramos solo el mes de mayo, la historia se repite. Junín incrementó su ejecución mensual en S/ 139 millones, consolidando su liderazgo. Por el contrario, Arequipa fue la región que menos avanzó en mayo, con una reducción de S/ 102 millones respecto al mismo mes del año anterior. Es decir, no solo acumula poco, sino que va en retroceso.

Este ritmo de ejecución tiene consecuencias directas. En Junín, se ven avances en infraestructura educativa, salud y conectividad vial. Además, el movimiento de contrataciones genera empleo temporal y dinamiza la economía local. En cambio, en Arequipa, la lentitud en la ejecución paraliza proyectos que ya tienen presupuesto, afectando a comunidades que esperan servicios básicos o infraestructura postergada.

Desde la teoría económica, esto se explica como un problema de capacidad operativa descentralizada. El presupuesto está asignado, pero si el equipo técnico regional no logra gestionar proyectos o acelerar procesos administrativos, el dinero se queda en papeles. Y eso genera subejecución, el fantasma que todos los años amenaza con obras inconclusas y devoluciones al Tesoro.

Además, con un contexto de alta inflación y desaceleración económica, la inversión pública es clave para mantener el dinamismo regional. Por eso, cada mes que se desaprovecha un presupuesto aprobado es una oportunidad perdida para generar desarrollo, empleo y cerrar brechas.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS:

  1. JUNÍN AVANZA: Lidera en ejecución acumulada (S/ 730 millones) y también fue la región que más gastó en mayo (S/ 139 millones más que en 2024).
  2. AREQUIPA SE FRENA: Tiene la menor ejecución acumulada (S/ 252 millones) y fue la que más retrocedió en mayo (S/ 102 millones menos que en 2024).
  3. GASTO Y EMPLEO: Una mayor ejecución implica más obras, más compras públicas y más empleo temporal en regiones.
  4. RIESGO DE SUBEJECUCIÓN: Si las regiones no aceleran el gasto, podrían perder presupuesto o devolver fondos sin haber ejecutado nada.
  5. DESIGUALDAD TERRITORIAL: La brecha entre regiones con buena y mala gestión se traduce en servicios desiguales y oportunidades perdidas para la población.

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