🪙 El Perú crecerá, pero no tanto como pensábamos

📢 ¿Creías que todo iba viento en popa? El Banco Central acaba de decir lo contrario, aunque en voz baja. En su último Reporte de Inflación, el Banco Central de Reserva (BCR) ajustó a la baja su proyección de crecimiento económico para el 2025, pasando de 3,2% a 3,1%. Puede parecer una mínima diferencia, pero en economía cada décima cuenta. Y este movimiento no es solo un dato más: es un mensaje.

El BCR también redujo su previsión para el crecimiento del PBI minero, de 2% a 0,3%, y del sector hidrocarburos de 5,5% a 4%. En un país donde la minería es el motor de la inversión, esa baja es una luz ámbar. Aún más cuando se suma a un déficit fiscal proyectado del 2,5%, mayor al 2,2% originalmente planeado. Para mantener la confianza fiscal, el MEF ya ha anunciado que presentará un proyecto de ley para redefinir la trayectoria del déficit.

En contraste, hay señales de aliento: la inversión privada sube ligeramente en las proyecciones, pasando de 4,1% a 5%, con un impulso especial en la inversión minera (7,3%) y en vivienda (3%). También se espera una inflación controlada, que cerraría en 1,7%, un respiro frente a los picos inflacionarios de años recientes.

Julio Velarde, presidente del BCR, fue claro: “Estamos mejor que otros países, pero la tendencia es preocupante.” Lo que preocupa no es solo el número, sino la trayectoria: cuando el crecimiento se desacelera y el déficit aumenta, se reduce el espacio para hacer política social, invertir o bajar impuestos.

Para el ciudadano, esto se traduce en más cuidado al gastar, menos espacio para aumentos salariales, y una economía que, aunque estable, no termina de despegar. Si bien no estamos en crisis, tampoco estamos tan fuertes como creemos.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

  • CRECIMIENTO A LA BAJA: El BCR redujo la proyección de crecimiento del PBI para 2025 de 3,2% a 3,1%, mostrando una desaceleración leve pero significativa.
  • MINERÍA SIN IMPULSO: El crecimiento del PBI minero se recortó de 2% a 0,3%, lo que puede afectar la recaudación fiscal y el empleo en regiones.
  • DÉFICIT FISCAL AJUSTADO: El nuevo objetivo es de 2,5% del PBI, cuando el plan original era 2,2%. Esto implica mayor presión sobre el gasto público.
  • INVERSIÓN PRIVADA AL ALZA: La proyección de crecimiento de la inversión privada pasó de 4,1% a 5%, con impulso en sectores como minería, vivienda y no minera.
  • INFLACIÓN CONTROLADA: El índice de precios cerraría el año en 1,7%, un nivel saludable que protege el poder adquisitivo de los hogares.

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