📢 ¿Qué tienen en común la minería, la inversión privada y tu futuro laboral? Más de lo que parece. Cuando una empresa pública como AMSAC y una entidad como PROINVERSIÓN deciden trabajar juntas bajo principios éticos y sostenibles, no solo hablan de pasivos ambientales. Hablan también del tipo de país que queremos construir: uno donde las inversiones no solo generen dinero, sino también confianza.

En junio de 2025, ambas instituciones se reunieron para reforzar su compromiso con la Conducta Empresarial Responsable (CER), alineándose con los estándares de la OCDE. Este enfoque no es solo un formalismo internacional. Implica aplicar prácticas que garanticen que los proyectos de inversión —especialmente en el rubro minero— se desarrollen con transparencia, impacto ambiental controlado y beneficios tangibles para las comunidades.

En un país como el Perú, donde la relación entre minería, inversión y conflicto social ha sido históricamente tensa, esta alianza plantea una ruta distinta. AMSAC, empresa pública dedicada a la remediación ambiental minera, y PROINVERSIÓN, responsable de atraer inversiones privadas, entienden que los negocios sin legitimidad social tienen fecha de caducidad. Por eso apuestan por la debida diligencia y el respeto a principios internacionales.

Aunque la nota institucional no revela montos ni proyectos específicos, el solo hecho de implementar acciones conjuntas en torno a la sostenibilidad y la ética corporativa abre una puerta importante: la de una inversión responsable que no solo rinde cuentas, sino que también construye bienestar.

Desde una mirada económica, esta iniciativa se alinea con la teoría del triple resultado (people, planet, profit): la idea de que las empresas deben generar beneficios económicos, pero también sociales y ambientales. En un mercado cada vez más consciente, esta fórmula ya no es una opción, sino una exigencia para atraer capital nacional e internacional.

Si se consolida esta forma de gestionar inversiones, el impacto puede ser directo en la vida de los peruanos: más proyectos con licencias sociales, menos conflictos, empleos más sostenibles y, sobre todo, una reputación país más sólida para competir en el escenario global.

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🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

• CONFIANZA: La alianza entre AMSAC y PROINVERSIÓN busca legitimar la inversión privada mediante estándares éticos, lo que puede traducirse en mayor estabilidad económica para el país.
• SOSTENIBILIDAD: Incorporar la gestión ambiental responsable en la remediación minera reduce riesgos de salud pública y conflictos sociales, con impacto directo en comunidades cercanas.
• ESTÁNDARES: Alinear las operaciones con los lineamientos de la OCDE mejora la reputación del Perú ante inversores globales, facilitando la llegada de capital fresco.
• REMEDIACIÓN: La acción conjunta pone foco en pasivos ambientales mineros, un tema clave para muchas regiones del país que viven con los efectos de operaciones pasadas.
• MODELO: El trabajo articulado entre sector público y privado basado en la Conducta Empresarial Responsable puede convertirse en un referente para otras industrias peruanas.