🛠️ Tanaka advierte: sin reglas claras, no hay negocio que sobreviva

📢 ¿Para qué hablar de inflación si no defendemos primero el sistema que nos permite discutirla? En un país donde el precio del pan sube, la corrupción se normaliza y la apatía política crece, el politólogo Martín Tanaka lanzó una advertencia urgente ante más de 750 jóvenes: “Defender la democracia no puede esperar”. Lo hizo durante la charla inaugural del CADE Universitario 2025, en la Escuela Naval del Perú, en una edición marcada por la consigna “¡Ciudadanía activa! ¡Democracia viva!”.

La economía no se sostiene en el aire. Requiere reglas claras, estabilidad política y confianza en las instituciones. Sin democracia, no hay inversión; sin confianza, no hay empleo. Tanaka lo dijo con claridad: no basta votar cada cinco años, hay que comprometerse con la integridad diaria, el respeto institucional y la participación informada. Y ese compromiso debe nacer desde ahora, en medio de una coyuntura electoral compleja.

¿Qué tiene que ver esto con los negocios, el empleo o el emprendimiento? Todo. La incertidumbre política debilita el clima de inversión. La desconfianza en los poderes del Estado espanta el crédito y detiene proyectos. El desgano ciudadano erosiona la productividad. Defender la democracia no es una consigna abstracta: es proteger las condiciones mínimas para que puedas abrir un negocio, pedir un préstamo o asegurar el sueldo a fin de mes.

En su ponencia “Defendamos nuestra democracia: ¡Hagámoslo ya!”, Tanaka propuso reconstruir los consensos rotos entre peruanos, reforzar la autonomía de las instituciones y recuperar el diálogo entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil. No solo pidió involucrarse en política, pidió compromiso económico. Porque en un país sin equilibrios, ni el mejor plan de negocios sobrevive.

Tanaka también abordó el riesgo de la normalización del autoritarismo, señalando que muchos peruanos se han acostumbrado a convivir con instituciones debilitadas y líderes que concentran poder sin rendición de cuentas. Alertó que esta tolerancia, que muchas veces se justifica por la búsqueda de «orden» o «mano dura», termina por minar las bases que sostienen una economía sana: previsibilidad, transparencia y justicia. “No se puede esperar crecimiento económico si el Estado se convierte en un botín político o si el ciudadano no siente que sus derechos están protegidos”, enfatizó.

Así instó a los jóvenes a convertirse en agentes de reconstrucción democrática, no solo desde lo político, sino también desde lo económico, educativo y social. Participar, proponer, fiscalizar y construir alianzas fueron los verbos clave de su llamado. Con ejemplos concretos, recordó que grandes reformas institucionales en el país nacieron de la presión organizada de ciudadanos activos. En esa línea, CADE Universitario 2025 se posicionó como una plataforma no solo de reflexión, sino de acción concreta para formar una nueva generación de líderes con vocación democrática y mirada de largo plazo.

La teoría que se entrecruza aquí es la del “capital social”: ese conjunto de normas, relaciones y confianza mutua que permite a una sociedad organizarse para lograr objetivos comunes. Cuando ese capital se erosiona —por polarización, corrupción o desinformación— todo se encarece: desde las tasas de interés hasta el riesgo país.

Por eso, en este CADE, el mensaje fue claro: el primer paso hacia una economía sana no es un recorte fiscal, es una ciudadanía que defiende el sistema que la sostiene.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

  • DEMOCRACIA: Tanaka recordó que es una práctica cotidiana, no un evento. Su erosión encarece las condiciones para vivir y hacer empresa.
  • JUVENTUD: Más de 750 jóvenes fueron convocados como actores claves del cambio institucional. A más compromiso ciudadano, mayor sostenibilidad económica.
  • CONFIANZA: Fortalecer la autonomía institucional es vital para el crédito, las inversiones y los acuerdos a largo plazo.
  • CONSENSO: Recuperar puntos en común reduce la polarización, lo que mejora el ambiente económico y baja la incertidumbre.
  • CAPITAL SOCIAL: Sin él, los costos de transacción aumentan, las decisiones económicas se ralentizan y la productividad cae.

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