📢 ¿Cómo se construye un país con líderes que no solo sepan mandar, sino que escuchen, colaboren y transformen? En un Perú golpeado por la desconfianza, la desigualdad y la falta de oportunidades, más de 750 jóvenes se reunieron en CADE Universitario 2025 para plantear una ruta distinta: una economía más democrática, construida desde el liderazgo empático y colectivo.
En la sesión “Perfil de competencias para el liderazgo”, organizada por IPAE Acción Empresarial, Danielle Jean-Pierre, Directora de Investigación y Alianzas de ALIARSE, propuso un modelo de liderazgo centrado en habilidades personales como la empatía, la comunicación efectiva y la resiliencia. ¿Por qué importa esto en la economía? Porque estas competencias son clave para generar confianza, sumar voluntades y construir organizaciones con impacto social real.
Jean-Pierre explicó que, para liderar en democracia, no basta con tener ideas brillantes: es necesario desarrollar vínculos y cocrear soluciones. Una empresa o emprendimiento liderado por alguien que sabe escuchar, que se adapta y que actúa con propósito tiene más posibilidades de crecer de forma sostenible y de beneficiar a su comunidad. Esa es la diferencia entre un negocio más y un agente de cambio.
Además, se enfatizó la necesidad de una ciudadanía activa, capaz de reconocer su rol en la transformación colectiva. En lugar de esperar cambios desde el gobierno, el liderazgo juvenil con propósito puede empujar transformaciones reales desde la base, incluyendo en la economía: desde decisiones de consumo consciente, hasta modelos de negocio que prioricen el bienestar común.
Esta edición de CADE Universitario, desarrollada en la Escuela Naval del Perú, reafirmó su apuesta por forjar líderes con impacto económico, político y social. En palabras de Jean-Pierre: “Todas nuestras decisiones tienen un impacto. Cuando las tomamos de manera colaborativa, logramos ver el problema completo y actuar mejor”. Una lección que también aplica a quienes toman decisiones desde una caja registradora, un taller textil o una startup.
En el fondo, el mensaje fue claro: construir una economía democrática no es solo tarea de economistas o ministros. También es responsabilidad de cada joven que se atreve a liderar desde la empatía y la acción.
🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS
- EMPATÍA ECONÓMICA: Liderar desde la empatía genera mejores decisiones en equipos, mejora el clima laboral y fortalece relaciones con los clientes. Esto impacta directamente en los ingresos de cualquier emprendimiento.
- RESILIENCIA EMPRESARIAL: La capacidad de adaptarse frente a crisis no solo es psicológica, también es económica. Equipos resilientes reducen pérdidas y encuentran oportunidades en la adversidad.
- ACCIÓN COLECTIVA: Un proyecto económico impulsado en comunidad tiene más sostenibilidad, al contar con respaldo social y una base comprometida que lo sostiene.
- COMUNICACIÓN EFECTIVA: Saber comunicar en entornos diversos facilita ventas, alianzas, relaciones con proveedores y mejor acceso a financiamiento.
- LIDERAZGO DEMOCRÁTICO: Un líder que incluye voces distintas logra soluciones más completas. Esto genera innovación y ventaja competitiva en mercados saturados.


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