📢 ¿Puede una reja derribada afectar la economía de un barrio entero? Sí. Y no solo eso: también puede afectar la vida cultural, el turismo y hasta la seguridad de miles de limeños. Esta es la historia del muro perimétrico de la Plazuela San Francisco, cuyo derribo generó una batalla legal entre los franciscanos y la Municipalidad de Lima, y que hoy sienta un precedente económico y urbano sobre el uso de los espacios públicos en el país.
El Tribunal Constitucional acaba de declarar infundada la demanda interpuesta por la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú. Ellos exigían la restitución del cerco demolido por PROLIMA, con autorización del Ministerio de Cultura, en febrero de 2022. ¿Su argumento? Que la eliminación del muro vulneraba derechos fundamentales como la protección del patrimonio cultural, la libertad religiosa y el derecho a un ambiente equilibrado. Sin embargo, el Tribunal consideró que el cerco, construido en 1987 por razones de seguridad ante el terrorismo, ya no era necesario ni tenía valor cultural suficiente para ser protegido.
Desde el punto de vista económico, este fallo tiene efectos directos en el modelo de gestión de los espacios públicos del Centro Histórico de Lima. La apertura de la plazuela permitiría revalorizar su entorno, incentivar el turismo, dinamizar negocios locales y promover el tránsito libre. Pero también despierta tensiones sobre quién controla el espacio y cómo se equilibra lo económico con lo simbólico y lo religioso.
La teoría urbana detrás de este fallo reconoce que los espacios públicos son bienes comunes con función social. La demolición del muro permite devolver la plaza a la ciudadanía, favoreciendo su integración al tejido urbano y económico de la ciudad. El fallo incluso cita que la Unesco respaldó la medida y que el daño atribuido (como el ingreso de un camión a la plazuela) no afectó el patrimonio histórico.
Pese a ello, el Tribunal exhortó a las partes —la orden franciscana y la Municipalidad— a llegar a un consenso que permita garantizar seguridad sin excluir. Entre las salidas planteadas: usar tecnología e inteligencia artificial para cuidar el conjunto monumental sin necesidad de cerrar espacios.
Más allá del muro, esta sentencia deja una pregunta de fondo: ¿Cómo equilibrar la conservación del patrimonio con el derecho de todos a disfrutar del espacio público? Y, sobre todo, ¿cómo garantizar que esa apertura sea inclusiva, segura y económicamente sostenible?
🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS
- ESPACIO ECONÓMICO: La Plazuela San Francisco, al ser un espacio público, tiene valor económico directo en el turismo, el comercio y la activación de la zona.
- GESTIÓN URBANA: La demolición del muro fue parte de un proyecto autorizado por el Ministerio de Cultura para recuperar zonas del Centro Histórico, con aval de la Unesco.
- SEGURIDAD ACTUAL: El muro fue construido en 1987 por amenazas terroristas. Hoy se considera que esos riesgos han disminuido, lo que justifica su retiro.
- PATRIMONIO Y VALOR: El Tribunal concluyó que el cerco no tenía valor cultural ni histórico suficiente para ser protegido por la normativa actual.
- CONCILIACIÓN INSTITUCIONAL: El alcalde de Lima ofreció implementar tecnología para cuidar el entorno sin muros, apostando por una solución moderna y compartida.


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