📢 ¿Y si tu casa pudiera parecerse más a ti? No solo en los colores o los muebles, sino en cómo respira contigo, se adapta a tus rutinas, y mejora tu bienestar. Esa es la apuesta que acaba de aterrizar en Lima: un nuevo modelo de vivienda que te permite elegir no solo los acabados, sino el estilo de vida que quieres llevar dentro de tu propio hogar. En un mercado donde el metro cuadrado está más caro que nunca, la personalización se convierte en valor económico real.
Por primera vez en el Perú, se lanza un edificio residencial con una propuesta disruptiva: tú eliges cómo quieres vivir. El proyecto, llamado MODUS, permite a cada comprador escoger entre dos conceptos de vivienda: Cosmopolitan, para quienes viven a ritmo urbano, con tecnología integrada y control por voz; y Wellness, para quienes priorizan la calma, con vegetación, agua alcalina y membresía en un gimnasio. Todo dentro del mismo edificio.
Esta tendencia ya viene consolidándose en mercados como Estados Unidos, Japón o Alemania, donde las inmobiliarias han comprendido que los compradores ya no solo buscan “un lugar donde dormir”, sino un espacio que esté alineado con sus valores y objetivos personales. El cambio es profundo: se pasa de vender departamentos a ofrecer experiencias de vida.
¿Y qué tiene que ver esto con la economía del día a día? Mucho. Este tipo de modelo apunta a un público joven profesional que ya no quiere pagar por cosas que no usa. Prefiere invertir en espacios que respondan a su estilo de vida, lo que se traduce en decisiones más conscientes y eficientes de consumo. En otras palabras: menos metros cuadrados inútiles, más servicios que realmente se aprovechan.
Desde el punto de vista del marketing, esta es una aplicación directa del enfoque customer centric: el producto se adapta al cliente, y no al revés. En economía conductual, se trata de generar valor percibido, un factor que influye más en la disposición a pagar que incluso el precio final. Es decir, si el espacio te refleja, estás dispuesto a invertir más.
Con este lanzamiento, Lima empieza a alinearse con una nueva ola de construcción inteligente, donde el hogar no solo es un activo inmobiliario, sino un servicio vivo. Y aunque aún se trata de un primer piloto, la idea de viviendas personalizables puede marcar un antes y un después en el mercado local.
🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS
- PERSONALIZACIÓN: Cada comprador puede elegir entre dos estilos de vida con beneficios concretos y distintos.
- ECONOMÍA DE VALOR: Se paga por espacios útiles y coherentes con el estilo de vida, reduciendo el gasto en lo innecesario.
- INTEGRACIÓN DE SERVICIOS: Incluye tecnología domótica, gimnasios y sistemas de bienestar sin costos ocultos.
- TENDENCIA GLOBAL: Países desarrollados ya aplican este modelo centrado en el usuario, con buena aceptación en el segmento joven.
- CAMBIO DE PARADIGMA: No se compra solo un “inmueble”, se invierte en una experiencia de vida a largo plazo.


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