📢 ¿Se puede pescar sin destruir la naturaleza? En Paracas, la respuesta parece ser sí. Un nuevo estudio científico desmonta el mito de que la pesca industrial está acabando con la Reserva Nacional de Paracas y abre una discusión urgente: ¿qué sí la está afectando realmente?

El Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola (IHMA) analizó 20 años de datos sobre especies marinas y aves en la reserva. Resultado: estabilidad total. Guanayes, piqueros y pelícanos mantienen poblaciones que superan los dos millones al año, mientras que los lobos marinos siguen en aumento. La anchoveta —base de la cadena alimenticia y del empleo en la costa— también se mantiene firme: su biomasa promedia 9 millones de toneladas desde 2009, sin signos de agotamiento.

A pesar de las olas climáticas como El Niño y La Niña, el ecosistema ha demostrado una sorprendente resiliencia. Desde 2015, también ha aumentado la pesca artesanal de bonito, caballa y jurel, otra señal de que el mar está respondiendo bien.

Pero el informe no se queda en aplausos. Advierte que los verdaderos enemigos del ecosistema están dentro de la reserva: pesca ilegal, explosivos, caza de tortugas y extracción sin control sanitario, sobre todo en zonas como Mendieta o la Bahía Independencia, donde la presión humana es alta.

“El diagnóstico ambiental debe ser la base del debate, no los prejuicios”, señala la directora del IHMA. Y tiene razón: en un país donde la pesca es sustento y empleo para miles, ignorar la evidencia no solo es irresponsable, también es peligroso.

🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

ESTABILIDAD: Más de dos millones de aves guaneras mantienen sus poblaciones cada año en la reserva.
ANCHOVETA: Su biomasa promedio es de 9 millones de toneladas desde 2009, sin señales de agotamiento.
RESILIENCIA: A pesar de eventos climáticos extremos, el ecosistema marino ha sabido adaptarse.
PESCA ARTESANAL: Desde 2015, aumentan las capturas de especies como jurel y bonito, lo que refleja buena salud marina.
AMENAZAS REALES: Las actividades ilegales dentro de la reserva (explosivos, caza, pesca informal) son el verdadero peligro.