🎒 “Fue la primera vez que mi hijo no quiso grabar nada… solo quería vivirlo” Cuando Andrés tenía 7, se disfrazaba de vampiro y se escondía detrás de las cortinas para asustar a su hermana. A los 15, ya decía que Halloween era “para niños”. A los 19, aceptó casi por compromiso un viaje con su papá a Orlando, pensando que ya nada lo impresionaba. Pero esa noche, en el corazón del parque temático, mientras recorría los pasillos oscuros de Jason Universe, sus palabras se redujeron a una sola: “Wow”.
Y es que Halloween Horror Nights no es una noche de miedo cualquiera. Es un despliegue de cine en vivo, con efectos de sonido envolvente, escenografía hiperrealista, actores que te respiran en la nuca y personajes que conoces desde pequeño, pero ahora aparecen armados con luces bajas, sangre falsa y pasos crujientes que te paralizan. Andrés y su grupo de amigos peruanos, todos entre 18 y 21 años, pensaban que irían a ver un par de casas embrujadas. Pero salieron diciendo que habían vivido una película… desde adentro.
La joya de la noche fue Jason Universe, una casa completamente nueva en 2025 que reconstruye, paso a paso, el campamento maldito donde nace el mito del asesino con máscara. El suelo crujía, las paredes temblaban, y el ambiente tenía un olor levemente a madera húmeda y sangre dulce. Había habitaciones donde la luz parpadeaba como si alguien estuviera jugando con tus nervios, y un lago artificial que, con bruma y reflejos, parecía sacado de un sueño que se vuelve pesadilla. A Andrés, lo que más le impresionó fue un detalle: Jason no aparecía donde lo esperabas… lo hacía cuando creías que ya todo había terminado.
Más allá del miedo, Halloween Horror Nights es una experiencia social poderosa. El grupo se agarraba de los brazos, reía al salir corriendo, y luego se burlaban del primero que gritó. Entre casa y casa, pasaban por scare zones, calles del parque donde criaturas y villanos caminan libremente entre los visitantes. Había brujas en zancos, demonios con garras, animatrónicos que saltaban sin aviso, y actores que se acercaban solo para verte retroceder. Andrés y sus amigos pasaron media hora solo en esa zona, tomando fotos (o intentándolo), comiendo snacks temáticos (como hot dogs ensangrentados y cupcakes con lápidas), y grabando reacciones para sus redes. El parque se convierte en una especie de ciudad de horror, pero viva, pulsante, con luces rojas, humo, y una música grave que vibra en el pecho.
Para quienes viajan desde Perú, hay opciones que hacen la experiencia más fluida. Andrés y su grupo usaron el R.I.P. Tour, que ofrece guía exclusivo, acceso sin colas, transporte dentro del parque y hasta zonas de descanso para reponer energía. También aprovecharon el paquete Stay, Scream and Save, que incluye hotel + entrada + evento y ahorra hasta US$200. Se hospedaron dentro del resort, así que no necesitaron moverse en auto ni salir del ambiente terrorífico.
Un detalle inesperado: cada casa tiene una historia propia, pero también guiños para los fanáticos. Por ejemplo, en una de las casas basadas en la serie Fallout, Andrés encontró referencias visuales a videojuegos que jugaba de adolescente. “Fue como si hubieran escaneado mi infancia para diseñar esta noche”, dijo. Y ahí estuvo el valor real del evento: no solo asustar, sino conectar emocionalmente con quienes crecieron con estas historias.
Esa noche terminó en una terraza del hotel, hablando sobre cuál casa fue más intensa, y comparando gritos. Andrés —que no suele hablar mucho— se quedó callado un rato, y dijo: “Creo que este fue el mejor Halloween de mi vida.”
✨ NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS
TIEMPO: Halloween Horror Nights se realiza en 48 noches seleccionadas, del 29 de agosto al 2 de noviembre de 2025. Si quieres evitar las fechas más saturadas, evita los fines de semana de octubre.
CLIMA: Las noches son cálidas con algo de humedad. Lleva ropa ligera, zapatillas cómodas (no sandalias) y un morral pequeño. No olvides una casaca liviana si planeas quedarte hasta el final.
RECUERDO: No grabes todo. Vive al menos una casa sin el celular en la mano. El susto es más real cuando no lo ves a través de una pantalla.
ENERGÍA: Esta experiencia no es para niños. Es ideal para jóvenes mayores de 16 años y adultos que disfrutan el terror cinematográfico. Requiere estar atento, moverse, y no tener miedo a gritar.
SORPRESA: Algunos personajes interactúan sin que te des cuenta. Puedes recibir un susto en un rincón sin actores visibles… porque a veces el miedo entra por el oído, no por la vista.
📸 No es un recuerdo con orejas ni una postal de castillo. Es ese instante en que tu hijo te mira y, aunque ya es casi adulto, te dice con brillo en los ojos: “Gracias por traerme. Esto fue increíble”


Deja un comentario