💸 Menos oportunidades, más conflictos: el círculo vicioso económico

📢 Cuando los disturbios afectan tu bolsillo: el costo oculto de la violencia en el Perú. Un día sin abrir el mercado, una carretera bloqueada o una huelga en el campo puede parecer pasajera. Pero cada minuto de paralización se traduce en pérdidas reales para las familias, negocios y para el país entero. Detrás de cada protesta sin canalizar hay una factura que termina pagando la economía.

Un estudio de Credicorp revela que la percepción de violencia social en el Perú ha escalado peligrosamente: el 47% de peruanos cree que la violencia aumentará en los próximos años, lo cual mina la confianza, frena la inversión privada y espanta el consumo. En un contexto donde la reactivación económica aún no despega del todo, esta sensación de inestabilidad es un lastre difícil de cargar.

La violencia no solo golpea con piedras: también daña las cadenas logísticas, interrumpe el turismo, reduce la actividad comercial y obliga a las empresas a gastar más en seguridad. De hecho, regiones como Puno, Apurímac y Cusco registran una alta preocupación por conflictos sociales, lo que tiene un correlato directo en su menor dinamismo económico.

Según el estudio, el 61% de los encuestados indica que la violencia está vinculada a la frustración por la falta de oportunidades. Es decir, es un síntoma de un sistema que no está funcionando para todos. Cuando el mercado formal no absorbe la demanda laboral y la educación no garantiza empleabilidad, los estallidos sociales encuentran terreno fértil.

Desde la teoría económica, este fenómeno se relaciona con la llamada “prima de riesgo país”: mientras mayor es la percepción de conflicto interno, más caro se vuelve financiar proyectos, más difícil atraer capital extranjero, y más incertidumbre enfrentan las empresas para crecer o contratar personal.

Por eso, entender la violencia como un fenómeno económico y no solo policial es clave. Si no se atienden sus causas estructurales, seguirán minando silenciosamente los bolsillos de todos.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

  • PERCEPCIÓN: El 47% de los peruanos cree que la violencia aumentará, lo que reduce la confianza en la economía y ahuyenta inversiones.
  • IMPACTO: Las protestas y conflictos generan pérdidas económicas directas, desde paralizaciones de negocios hasta caídas en el turismo.
  • ORIGEN: El 61% atribuye la violencia a la falta de oportunidades económicas, una alerta sobre las fallas estructurales del país.
  • COSTO OCULTO: Las empresas enfrentan mayores gastos en seguridad, retrasos logísticos y menor productividad cuando hay violencia.
  • REACTIVACIÓN: Sin paz social, la recuperación económica del país se vuelve más frágil y lenta, afectando empleos y salarios.

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