🔌 Lo que no ves sí importa: así se detecta un material eléctrico de baja calidad

📢 ¿Cables más baratos? Sí. ¿Seguros? No siempre. Aunque muchos materiales eléctricos parezcan iguales, una mala elección puede terminar en cortocircuitos, incendios o fallas que cuestan mucho más que lo que creíste ahorrar. Por eso, en época de remodelaciones o ampliaciones en casa o en el negocio, es clave saber cómo identificar productos de mala calidad.

Por más que parezcan “gastos pequeños”, los materiales eléctricos de mala calidad tienen un impacto directo en la economía familiar. Un tomacorriente defectuoso puede arruinar un electrodoméstico costoso o, peor aún, generar un cortocircuito que obligue a cambiar todo el cableado. Eso significa reparaciones urgentes, compra de repuestos y, en muchos casos, tener que contratar técnicos de emergencia a precios más altos. Lo que parecía una oferta termina siendo un gasto no planificado que rompe el presupuesto mensual.

Además, la mala elección puede implicar consumo eléctrico ineficiente. Cables adulterados o de baja conductividad hacen que los equipos trabajen con más esfuerzo, consuman más energía y reduzcan su vida útil. Eso se traduce en facturas de luz más altas y mayor frecuencia de reemplazo de equipos. En un hogar donde cada sol cuenta, la calidad no es un lujo, es una decisión económica inteligente. Aquí van tres consejos prácticos para no caer.

El primero es verificar que el producto tenga certificaciones reales. Busca que indique normas como la NTP (Norma Técnica Peruana) o la IEC internacional. Si no aparece nada o la etiqueta parece falsa, mejor ni lo toques. Luego, fíjate en la pureza del conductor: los cables con cobre reciclado o de baja calidad se ven opacos, pesan menos y se calientan más. Son un riesgo oculto.

Tercero: observa los acabados. Si un interruptor o enchufe se siente muy liviano, plástico delgado o mal ensamblado, probablemente es una copia. Cuarto, desconfía de precios demasiado bajos. El “ahorro” puede salir carísimo si ese tomacorriente falla a los pocos meses o genera una chispa peligrosa. Por último, compra solo en distribuidores confiables: ferreterías autorizadas o marcas reconocidas que aseguren trazabilidad.

Según CELSA, empresa especializada en conductores eléctricos, el problema es más común de lo que parece. “Muchas veces, por buscar precios bajos, se utilizan materiales sin estándares, lo cual es una de las principales causas de accidentes eléctricos”, advierte Fernando Yupanqui, jefe de ingeniería de producto. Y tiene sentido: lo barato sale caro… especialmente si pone en riesgo a tu familia o tu inversión.

🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

CERTIFICACIONES CLARAS: Un producto sin norma técnica visible no ofrece garantías. Recházalo.

COBRE PURO = SEGURIDAD: Los cables opacos y livianos son señales de cobre adulterado. Conducen menos y se recalientan más.

BUENOS ACABADOS, MENOS RIESGO: Si el accesorio se siente frágil o no encaja bien, probablemente es una imitación.

DESCONFÍA DEL “PRECIAZO”: Un tomacorriente de S/1 puede salirte en S/100 si causa un corto o incendio.

COMPRA INTELIGENTE: Evita el mercado informal. Apuesta por distribuidores autorizados con respaldo técnico.

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