📢 ¿Sabes por qué el próximo presidente podría llegarte por TikTok antes que por la televisión? En las elecciones de 2026, no solo votamos, también generamos datos. Y en un país donde más del 70 % de la población está en redes sociales y el 80 % ya navega en internet, la inteligencia artificial y el Big Data se están volviendo las herramientas favoritas de los candidatos para conectarse —o manipular— al electorado.
A menos de un año para las elecciones generales, los partidos que entiendan cómo funciona el comportamiento digital del votante llevan ventaja. Ya no basta con mítines o paneles: hoy se puede saber qué nos gusta, qué nos molesta o qué nos entusiasma… y recibir un mensaje de campaña hecho a nuestra medida. Bienvenidos al “microtargeting”, donde el contenido que ves no es casualidad, sino estrategia pura.
Según expertos, herramientas como el procesamiento de lenguaje natural permiten medir en tiempo real el estado de ánimo colectivo en redes. ¿Hay molestia con un proyecto de ley? El algoritmo lo detecta. ¿Una propuesta cae bien entre jóvenes? Se potencia. Y mientras los bots contestan dudas o difunden promesas, los estrategas afinan los discursos con precisión quirúrgica.
Pero no todo es ciencia ficción. Estos recursos ya se usaron en campañas anteriores en otros países. La diferencia ahora es el volumen de datos, la velocidad de análisis y, sobre todo, la cantidad de jóvenes que se suman al padrón electoral: más de 2.5 millones de nuevos votantes conectados y activos en redes. En este escenario, quienes usen estas tecnologías con ética y visión democrática podrían marcar la diferencia… pero también quienes las usen sin filtros.
Como en toda herramienta poderosa, el dilema está en el uso. Mientras más personalizada sea la campaña, más riesgo hay de manipulación emocional. ¿El reto? Regular lo necesario sin burocratizar la innovación. Apostar por transparencia y no por sobrecarga normativa. Porque lo que está en juego no es solo un voto, sino la confianza en cómo se gana.
🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS
CONECTIVIDAD: El 80 % de peruanos ya está en internet, lo que cambia totalmente la forma de hacer campaña.
JUVENTUD: Más de 2.5 millones de nuevos electores jóvenes participarán en 2026, y son los más activos digitalmente.
MICROTARGETING: Los mensajes políticos ya no son generales, sino diseñados según edad, intereses o comportamientos digitales.
EMOCIÓN EN TIEMPO REAL: La IA mide el ánimo del electorado al instante, permitiendo ajustar discursos casi en vivo.
EFICIENCIA: Bots y automatización permiten reducir costos de campaña sin perder alcance, una ventaja para equipos pequeños.


Deja un comentario