📢 ¿Tu empresa aún lleva el compliance en Excel? Entonces estás jugando en desventaja. En un mundo donde las regulaciones cambian más rápido que el tipo de cambio, seguir dependiendo de planillas, correos y reuniones eternas no solo es ineficiente: es un riesgo directo a tu reputación, tu caja y tu crecimiento.
Hoy, el cumplimiento normativo (compliance) está dejando de ser un “obstáculo legal” para convertirse en una ventaja estratégica. ¿La clave? Tecnología. Automatización, inteligencia artificial, chatbots y analítica predictiva están transformando por completo la forma en que las empresas gestionan sus riesgos, según un reciente reporte de EY Perú. Ya no se trata de cumplir por cumplir. Se trata de anticiparse, de ahorrar recursos y de tomar decisiones inteligentes sin esperar al primer escándalo o multa millonaria.
Por ejemplo, los sistemas actuales permiten hacer due diligence de proveedores en tiempo real, conectando con bases de datos internacionales, alertando sobre riesgos antes de firmar contratos y liberando al equipo humano para tareas más estratégicas. Ya no necesitas 10 correos para aprobar una política de ética: con flujos automatizados y trazabilidad, la empresa gana tiempo, eficiencia y transparencia.
“El compliance ha dejado de ser una función únicamente reactiva. A través de tecnologías disruptivas, hoy podemos anticipar riesgos, reducir el error humano y acortar drásticamente los tiempos de respuesta. Pero más allá de automatizar tareas, lo que vemos es la redefinición de cómo gestionamos estos riesgos con tecnología”, señala Henry Matta, Socio de Forensic & Integrity Services de EY Perú.
Con el objetivo de que conozcas más sobre qué funciones del compliance están siendo optimizadas a través de la tecnología y cuáles son los conocimientos necesarios para los profesionales de este rubro hoy en día, EY Perú ha preparado la siguiente información:
- Automatización inteligente de procesos críticos: Hoy en día una debida diligencia (conocimiento del nivel de riesgo de terceras partes) puede ejecutarse mediante sistemas automatizados que consultan a diversas fuentes especializadas en tiempo real, incluyendo centrales de noticias ad-hoc por país o ciudad. Con esto, se puede generar un diagnóstico de riesgo más completo y oportuno. Esta capacidad supera considerablemente procesos manuales tradicionales, mejorando la eficiencia y reduciendo la exposición a errores.
- Gestión dinámica y trazable de planes de acción: Los planes de cumplimiento normativo ya no se alojan en hojas de cálculo o correos electrónicos como antaño. Hoy, las herramientas digitales permiten diseñar, monitorear y actualizar los planes de acción de forma integrada, con flujos de trabajo automatizados, alertas inteligentes y trazabilidad completa. Esto no solo optimiza recursos, sino que también mejora la redición de cuentas.
- Tecnología como complemento del talento humano: Las tareas operativas de recolección de información, desde las evidencias de controles para auditorías hasta las declaraciones de conflictos de interés, pueden ser parcial o totalmente automatizadas, liberando recursos humanos en Compliance para poder aprovecharlos en funciones más analíticas y estratégicas.
- Inteligencia Artificial (IA) y analítica predictiva: La IA no solo ejecuta tareas, también aprende de ellas. A través de GenAI y analytics, por ejemplo, es posible identificar patrones en la cultura organizacional, riesgos emergentes y brechas éticas en tiempo real. Además, mediante el uso de herramientas conversacionales (chatbots) se pueden detectar tensiones internas y resolver dudas complejas sin barreras jerárquicas, generando mayor confianza y eficiencia para la toma de decisiones basada en datos.
- El factor humano en la automatización del Compliance: La tecnología, por potente que sea, no reemplaza el criterio ético ni la toma de decisión final de la persona supervisando este proceso de Compliance. Todo despliegue tecnológico debe estar acompañado por el “factor humano”. Una supervisión rigurosa de la herramienta es la que precisamente asegura la calidad y la integridad de los procesos.
- El nuevo perfil del Chief Compliance Officer (CCO): El perfil del CCO está evolucionando hacia un liderazgo más estratégico y tecnológico. Comprender de herramientas como RPA, cloud computing, GenAI o machine learning ya no es una opción, sino una necesidad para impulsar soluciones de cumplimiento adaptadas a un entorno en constante transformación.
Esto también redefine el rol del Chief Compliance Officer (CCO). Hoy se espera que conozca de IA, cloud computing y RPA, no solo de normas. La tecnología ya no es un complemento: es parte del núcleo del negocio. Y, a diferencia de otras reformas, no requiere más regulaciones. Solo visión y decisión.
Mientras algunos siguen viendo el compliance como un “costo necesario”, otros ya lo están usando como motor de eficiencia, cultura y ventaja competitiva. Menos burocracia, más inteligencia. Así de simple.
🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS
EFICIENCIA: Automatizar tareas de compliance permite ahorrar tiempo, reducir errores y liberar recursos clave en la empresa.
ANTICIPACIÓN: La IA permite identificar riesgos antes de que ocurran, no después. Eso es prevención real.
ROL CLAVE: El Chief Compliance Officer ya no es solo un abogado: es un líder con visión tecnológica y estratégica.
CULTURA ORGANIZACIONAL: Chatbots y herramientas de GenAI permiten identificar tensiones éticas en tiempo real.
VENTAJA COMPETITIVA: Adoptar tecnología en cumplimiento deja de ser “cumplir la ley” para convertirse en una apuesta por crecer mejor.


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