🎟️ Turistas hacen cola dos días por una entrada… y se van sin ver Machu Picchu

📢 ¿Planear un viaje a Machu Picchu? Más vale rezar por una entrada (y por un ministro que escuche). Viajar a Machu Picchu se está convirtiendo en una ruleta rusa turística. José Santoyo Vargas, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco, fue tajante en una reciente entrevista radial: la venta presencial de entradas, reinstaurada por el Ministerio de Cultura, no solo es anticuada, sino que está ahuyentando turistas, colapsando servicios y encareciendo el viaje. ¿El resultado? Más colas, más frustración, menos empleo y menos dólares para la región.

Desde el 1 de agosto, el Mincul habilitó mil entradas presenciales en Machu Picchu pueblo, en paralelo al sistema virtual. Pero, lejos de resolver la demanda, esta decisión está generando caos. Según Santoyo, si no alcanzas una entrada el sábado, tienes que quedarte hasta el lunes para ingresar. ¿Quién paga esas dos noches extras? El turista. ¿Quién gana? Algunos informales. ¿Quién pierde? El Cusco, que ve cómo operadores internacionales empiezan a eliminar Machu Picchu de sus paquetes por imprevisibilidad.

Lo más grave es que, según los gremios turísticos, esta medida fue impuesta sin diálogo. A pesar de solicitudes formales desde enero, el Mincul no habría convocado a cámaras empresariales ni asociaciones del sector. “Es como si se pactara con la minería ilegal”, dijo Santoyo, al comparar el trato directo del ministerio con grupos locales, ignorando a quienes gestionan el 80% del turismo regional.

El sistema, además, es un enredo: tres canales de venta —presencial, virtual y Camino Inca— que no se integran entre sí. Si no se vende presencial, se pierde la entrada. Si no se accede al sistema digital, se queda fuera. Mientras tanto, Machu Picchu —una maravilla del mundo— sigue sin contar con sistemas de gestión modernos, accesos mecanizados o centros de interpretación, a pesar de que el Plan Maestro 2017 ya lo preveía… y sigue encarpetado.

La cereza amarga: de los S/200 millones que genera anualmente Machu Picchu, solo el 3% se invierte en conservación. “El problema no es la falta de recursos, es la falta de voluntad política para gestionarlos bien”, remata Santoyo. Y como en todo viaje mal planeado, el tiempo perdido y el dinero no se recuperan.


🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

  • TURISMO EN RIESGO: Operadores internacionales están retirando a Machu Picchu de sus paquetes por falta de predictibilidad en la venta de entradas.
  • GASTO INNECESARIO: El turista debe pernoctar mínimo una noche extra en Machu Picchu para conseguir entrada presencial. Más gasto, menos satisfacción.
  • SIN DIÁLOGO: El Ministerio de Cultura no se ha reunido con gremios turísticos, pese a reiteradas solicitudes desde enero.
  • PLAN MAESTRO ABANDONADO: El documento de gestión de Machu Picchu aprobado en 2017 sigue sin ejecutarse. Incluía mejoras clave.
  • PRESUPUESTO MAL USADO: De los S/200 millones anuales que genera Machu Picchu, solo el 3% se destina a conservación. El resto… nadie sabe.

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