📢 ¿Sabías que cada vez que compras un televisor importado o tomas un café peruano en Europa, estás moviendo la balanza comercial del país? En junio, el Perú cerró con un superávit anual de US$ 26 652 millones, y solo en ese mes logró un saldo positivo de US$ 2 523 millones. Esa diferencia entre lo que vendemos al mundo y lo que compramos sostiene al sol frente al dólar y da estabilidad a toda la economía.

El superávit comercial de junio da respiro al Perú en un momento de incertidumbre global. Con más divisas en caja, el país puede resistir mejor choques externos y mantener estabilidad macroeconómica. Pero la dependencia de los metales es una señal de alerta: se necesita fortalecer agroindustria, textiles, químicos y servicios para no vivir solo de las cotizaciones de Londres.

En junio, el Perú exportó US$ 6 905 millones, 11% más que en junio del 2024. El detalle: el volumen cayó en -1,5%, pero los precios subieron 12,7%. Dicho de otra forma, no vendimos más toneladas de cobre, oro o zinc, pero sí logramos colocarlos a mejor precio. Este efecto precio fue tan fuerte que compensó la caída en la cantidad vendida. Además de los metales, también subieron los precios del café y de algunos químicos no tradicionales, sectores donde Perú tiene una presencia creciente.

En el acumulado enero-junio 2025, las exportaciones llegaron a US$ 40 050 millones, un salto de 17% frente al mismo periodo del 2024. Esta vez, el crecimiento sí fue doble: por precios (+12,4%) y por volúmenes (+4%). Esto muestra que el sector externo ha tenido un impulso real, no solo coyuntural.

En junio, las importaciones sumaron US$ 4 382 millones, un alza de 13%. Aquí el dato clave es qué estamos importando más:

• Insumos industriales: materias primas que necesitan las fábricas locales. Un aumento en este rubro indica que la industria se está reactivando.
• Bienes de consumo duradero y no duradero (sin incluir alimentos): hablamos de electrodomésticos, autos, ropa, artículos para el hogar. Que este rubro crezca revela que las familias peruanas han vuelto a gastar en bienes que habían postergado en años anteriores.

Lo que significa para la economía de bolsillo

1. Un sol más fuerte: Con más dólares entrando que saliendo, el tipo de cambio se mantiene estable. Esto evita que los precios de productos importados —como celulares, laptops o autos— se disparen.
2. Bonanza minera, riesgo global: El oro, cobre y zinc siguen siendo el motor. Eso es positivo mientras los precios estén altos, pero es un riesgo si caen. Dependemos demasiado de factores externos.
3. Industria en movimiento: Que se importen más insumos muestra que las fábricas están produciendo más. Eso genera empleo y dinamiza la economía interna.
4. Señal de consumo: El alza en bienes de consumo no alimenticios sugiere que los hogares tienen más confianza para gastar en bienes duraderos.
5. Diversificación pendiente: La caída en el volumen exportado (-1,5%) revela una tarea pendiente: crecer no solo por precios internacionales, sino también por mayor producción y más variedad de bienes exportables.

🧠 NO PIERDA DE VISTA ESTOS DATOS

• SUPERÁVIT ANUAL: US$ 26 652 millones a junio; respaldo clave para el tipo de cambio.
• EXPORTACIONES JUNIO: US$ 6 905 millones (+11%); precios internacionales (+12,7%) compensaron caída de volúmenes (-1,5%).
• EXPORTACIONES 2025: US$ 40 050 millones (+17%); doble impulso: precios +12,4% y volúmenes +4%.
• IMPORTACIONES: US$ 4 382 millones (+13%); más insumos industriales y bienes de consumo duradero y no duradero.
• RIESGO: Dependencia de los metales. El desafío sigue siendo diversificar.